La mitad de las firmas que dejan Ciudad Real van a Madrid

R. Ch./ LT
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Una quincena de negocios cambiaron su sede hasta septiembre fuera de la provincia, con la comunidad madrileña como el primer destino, por delante de Andalucía

La mitad de las firmas que dejan Ciudad Real van a Madrid - Foto: Fotos Rueda Villaverde

El acuerdo alcanzado por el Gobierno con Esquerra Republicana para avanzar en la armonización fiscal, uno de los puntos que facilitó el ‘sí’ de la formación catalana a los presupuestos de 2021, se articulará en los próximos meses, previsiblemente con la reforma del modelo de financiación autonómica en febrero.

Una cuestión que ha provocado una guerra entre comunidades según su color político. «Garantizar la igualdad de oportunidades de todos los ciudadanos, vivan donde vivan» frente a una postura «ilegal e inconstitucional» que busca acabar con lo que se ha definido como el ‘paraíso fiscal’ de Madrid, un paraíso que está detrás de la fuga de empresas y rentas altas de buena parte de las regiones de España, Castilla-La Mancha y Ciudad Real, entre ellas.

Según las cuentas que realiza la empresa Informa, atendiendo a los cambios de domicilio que se publican en el Boletín Oficial del Registro Mercantil, entre enero y septiembre han abandonado la provincia una quincena de empresas para marcharse a otros puntos del país. Más de la mitad, lo hicieron con destino a Madrid. En total, ocho compañías han dejado Ciudad Real, con un impacto en la economía provincial de algo más de 125.000 euros en concepto de facturación de esos negocios. Si la lupa de esta movilidad se fija en Castilla-La Mancha, la salida hacia Madrid se hace más evidente: en nueve meses han dejado el territorio regional para trasladarse a la comunidad de Isabel Díaz Ayuso casi un centenar de negocios, con un impacto en la región que supera los 82 millones de euros. En total, las empresas que han cambiado su ubicación este 2020, hasta septiembre, llegaban a 138, con un volumen de negocio de más de 109 millones.

La pérdida de musculatura empresarial en Ciudad Real, además del epicentro que supone Madrid, también se anota con movilidad hacia Andalucía, Comunidad Valenciana e incluso Cataluña, hacia donde marcharon dos compañías en el tercer trimestre del año.

El preacuerdo de PSOE, Unidas Podemos y ERC contempla la creación de una comisión bilateral para estudiar una reforma fiscal integral y un grupo de trabajo específico para la reforma del impuesto de las grandes fortunas destinada a acabar con el ‘dumping’ que achacan al gobierno regional madrileño respecto a otras comunidades y que, a juicio del diputado Gabriel Rufián, «supone un grave perjuicio para la clase trabajadora en un momento de emergencia social». Aunque no existen cifras provincializadas, el número de desplazamientos de contribuyentes castellano-manchegos de renta alta que acabaron en Madrid es la tercera más alta de toda España, después de Andalucía y Cataluña, según recoge el informe de ‘Movilidad de los contribuyentes de rentas altas en respuesta a las diferencias regionales en los impuestos personales’.

El camino de salida este 2020 conduce a empresas castellano-manchegas también a la Comunidad Valenciana, Galicia y Murcia, con movimientos de compañías que superan el millón de euros.

las que entran. Las cifras de mudanzas empresariales entre comunidades autónomas también tiene un camino de llegada hacia Castilla-La Mancha. A la región llegaron este año 124 sociedades, con un impacto de casi 50 millones de euros. Toledo, al igual que ocurre con las compañías que salen, es la que más negocios atrae: 59, mientras que Ciudad Real suma una quincena de altas empresariales. El impacto de las que llegan, de hecho, supera al de las que se van, en parte, también gracias a Madrid. De allí vinieron aquí nueve empresas gracias también al goteo de negocios que continúan llegando desde Cataluña, desde donde se materializó el traspaso de la única sociedad que superó el millón de euros de impacto económico. Ciudad Real es la única provincia de la región que puede presumir de un resultado positivo al ajustar el impacto de los negocios que se van y los que vienen. En el otro extremo, Toledo: la movilidad, sobre todo, con Madrid, le cuesta 34 millones de euros.