Se recordará como la Selectividad del coronavirus y a ellos, a los miles de estudiantes de Bachillerato que han comenzado los exámenes de la EvAU en la región, como la generación que tuvo que enfrentarse en medio de una pandemia a una de las pruebas más importante de sus vidas.
A la presión por conseguir este año la nota de corte para poder acceder a la carrera deseada, se unían ayer los nervios propios de la prueba en sí y los añadidos por la situación excepcional que se atraviesa. 2.602 estudiantes en toda la provincia de Ciudad Real, de los 9.453 de toda Castilla-La Mancha, se enfrentan estos días a los exámenes de acceso de la Universidad en el Campus ciudadrealeño con mascarillas, importantes medidas de seguridad e higiene para su desarrollo y el mantenimiento mínimo de la distancia social, pero sin incidentes durante la primera jornada.
Marta García y Julia Pasamontes, estudiantes de Bachillerato, abandonaron a mitad de mañana su puesto en la pruebas para atender las preguntas de los periodistas. «Estos meses los hemos vivido con mucha incertidumbre porque no nos aclaraban cómo iban a ser exactamente las pruebas, pero por lo demás yo estoy tranquila. No hemos vivido el hacerlo sin mascarillas, entonces nos adaptamos a lo que hay, no queda otra» aseguraba Julia, cuya vocación es estudiar Magisterio.
Mascarillas y distancias en la selectividad de la COVID-19 - Foto: Pablo LorenteMarta, que estudiará Derecho, incidía en que llegan «preparados» a los exámenes, después de un confinamiento largo en el que han estado estudiando en casa y han contado con el apoyo de sus familias y con el respaldo de sus profesores con los que han estado en continúo contacto a través de las tutorías virtuales. «Es raro, porque no esperábamos que tuviéramos que hacer la selectividad en estas condiciones, pero nos han dado muchas facilidades y tenemos la esperanza de superar los exámenes».
El presidente del Tribunal Único de las pruebas, Jesús David Sánchez de Pablo; y el director académico del Vicerrectorado de Estudiantes, Isidro Peña, explicaron a los medios de comunicación que este año el proceso y el acceso de los alumnos a las aulas se está desarrollando de forma «mucho más tranquila» que otros años , quizás por las circunstancias especiales que se viven con motivo de la COVID-19.
Peña indicó que los estudiantes han seguido «en todo momento» las medidas especiales de seguridad establecidas, de tal forma que están entrando escalonadamente a los lugares que tenían asignados para realizar la prueba, en los que se están guardando todas las normas sanitarias para evitar contagios. «Han llegado todos con sus mascarillas y han ido recogiendo un kit de material sanitario compuesto por gel hidroalcohólico y mascarillas».
Isidro Peña explicó que en ningún caso se ha superado el aforo máximo de 36 personas por aula, donde los alumnos, una vez en sus puestos, pueden quitarse su mascarilla pero de donde no pueden moverse hasta finalizada la jornada, de mañana o de tarde. Asimismo, en cada puesto de examen los alumnos se están encontrando con una pegatina verde para saber dónde se tienen que sentar. Además, las escaleras están señalizadas con una ruta de entrada y de salida. «Les pedimos que trajeran agua y algo de comer por si lo necesitan, al no poder abandonar el aula, por eso se han distribuido las pruebas entre la jornada y la de tarde y se han eliminado las horas centrales para evitar el excesivo calor de estos días», puntualizó Peña.