La licitación del almacenamiento privado decepciona al campo

M. Lillo / LT
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Asaja, UPA y Cooperativas Agroalimentarias expresan su malestar por las condiciones de la segunda licitación para el aceite de oliva

La licitación del almacenamiento privado decepciona al campo - Foto: PABLO LORENTE

Si la primera licitación de almacenamiento privado de aceite de oliva fue calificada por el sector olivarero de «vergüenza» o «tomadura de pelo», la segunda, que se aprobó el jueves en Bruselas por el Comité de Gestión de Mercados de la Organización Común de Mercados Agrícolas, no ha mejorado la situación, al contrario, ya ha sumado mayor decepción al campo. En concreto, ha fijado el importe máximo de la ayuda al almacenamiento privado en un euro por tonelada y día para el aceite de oliva virgen y en 1,1 euros por tonelada y día para la calidad lampante. Este límite de ayudas permite atender el 48,6% de las ofertas presentadas por los operadores españoles y almacenar el 18,2% de las cantidades ofertadas. Es decir, supone unas 17.629 toneladas de las casi 100.000 disponibles para pasar al almacenamiento privado.

«Seguimos pensando que esta medida no ha servido para paliar la situación en los mercados ya que la Comisión Europea otra vez se ha quedado corta a la hora de poner en importe», afirmó a este diario el gerente de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) de Ciudad Real, Agustín Miranda, quien indicó que con dichas condiciones establecidas no se va a influir en los mercado «para evitar esta catástrofe de precios» que sufre el aceite de oliva. De este modo, Miranda señaló la necesidad de que la Unión Europea pongan en marcha las herramientas necesarias para permitir afrontar los aranceles que Donald Trump impuso a productos agroalimentarios como el aceite de oliva y que encarecen en hasta un 25% las ventas de dicho país.

Con esta situación, aseguró que muchos olivicultores se están planteado no recoger la cosecha, lo que podría mermar hasta en un 10 por ciento la previsión de cosecha, que ya es de un 50 por ciento menos que en la campaña pasada debido a la sequía y a que se trata de un cultivo vecero, que alterna los años de gran producción con los de una cosecha más reducida.

Para la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) de Castilla-La Mancha, la nueva licitación «calienta más los ánimos en los olivareros». La organización se muestra «una vez más decepcionada ante la postura de la Unión Europea con los agricultores del olivar tradicional español». «No hay un compromiso claro con el sector, ni con la población de la región que depende de este cultivo tradicional, un cultivo que corre el riesgo de perderse debido al sobrecoste que provoca en los agricultores», lamentó UPA para exigir «que tomen en serio las justas reivindicaciones del campo español y de las explotaciones familiares».

El almacenamiento privado de aceite de oliva fue uno de los mecanismos que reclamó el sector en una gran movilización que protagonizó en Madrid y que, tras ver con ilusión que Europa aceptaba esa propuesta, ha vivido con decepción las condiciones estipuladas para la misma. También lo ha señalado así Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha, que ha calificado de «desastre» esta segunda licitación.

«El sector regional cooperativo se siente enormemente decepcionado, una vez más», afirma en un comunicado en el que agrega que «Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha no entiende que el límite fijado por la Comisión Europea sea inferior al establecido en licitaciones como la de 2009 o 2011 (1,3 euros tonelada y día), cuando el sector se encuentra ahora enormemente debilitado tras la reciente imposición de un 25% de aranceles por parte de EEUU».