Antes de que la Dirección General de Tráfico (DGT) apostara por instaurar la velocidad máxima a 30 kilómetros por hora en los núcleos urbanos de toda España, en mayo de este año, el Ayuntamiento de Ciudad Real ya apostó por esta medida. Lo hizo primero en el año 2012 en todo el interior de la ronda, mientras que después, en 2017, lo extendió a todos los barrios de la ciudad, del mismo modo que en 2018 se estableció limitar el carril derecho de la ronda también a dicha velocidad.
Y dicha medida en favor de la seguridad vial ha dado sus frutos. Los accidentes de circulación con lesiones se han reducido en más de la mitad, según arrojan los datos facilitados a este diario por el Ayuntamiento de Ciudad Real. Han pasado de 137 de julio de 2019 (cuando se empezaron a contabilizar con el nuevo sistema de digitalización) hasta diciembre de ese mismo año, mientras que de enero a octubre de este año han sido 67. Es decir, en un periodo de diez meses (de este 2021) ha habido la mitad que en uno de seis meses (en 2019), sin tener en cuenta además que durante todo 2020 tan solo hubo 41 accidentes con parte de lesiones, si bien en este caso se pueden 'distorsionar' los datos al tratarse del año que estuvo marcado por el confinamiento de dos meses y por las restricciones a la movilidad o los cierres perimetrales.
En cualquier caso, se observa una clara tendencia a la baja que el concejal de Seguridad, David Serrano, atribuyó directamente a las llamadas zonas 30. «Si se reduce la velocidad, se reducen los efectos», dijo el edil señalando esa relación entre 'pisar el acelerador' y una mayor gravedad de los accidentes.
Además, apuntó, los datos de reducción de siniestros de circulación con lesiones contrastan con los de accidentes que provocan sólo daños materiales, que en este último caso se han mantenido estables, con «unos 500 al año». Es decir, sigue habiendo siniestros de circulación derivados del propio tráfico de la ciudad, pero con menos consecuencias para conductores, los pasajeros o los peatones, determinó Serrano incidiendo en el factor clave de la velocidad para explicar dicha estadística.
También se pronunció en este sentido el responsable de Comunicación y Relaciones Institucionales de la Fundación Española para la Seguridad Vial (Fesvial), Orestes Serrano, quien estableció también la vinculación entre la velocidad a la que se produce un impacto de circulación y las consecuencias.
«Reducir la velocidad influye en que se reduzcan los accidentes y sobre todo influye en que se reduzca la gravedad de las lesiones en caso de que se produzcan», aseguró. En este sentido, apuntó que se trata de pura física: «La masa por la velocidad al cuadrado», por lo que comentó que «un vehículo que puede pesar 3.000 kilos ó 4.000 kilos en el caso de las furgonetas, a la velocidad que se mueve, no es lo mismo que golpee a 5 kilómetros por hora que golpee a 60». Además, dio más argumentos. Explicó que «el cuerpo humano está diseñado para soportar golpes bruscos y lesiones a la velocidad a la que nos movemos como peatones, a cinco kilómetros a la hora o diez máximo cuando corremos... en el momento en el que se aumenta la velocidad, las lesiones van a más».
Por todo ello, señaló la necesidad de ser conscientes de los riesgos que supone ponerse al volante y de hacerlo con responsabilidad. «El 90 y tantos por ciento de los accidentes son por errores humanos y en su mayoría son prevenibles y evitables», apostilló en relación a las imprudencias, los despistes o la falta de atención en la conducción. La estadística facilitada por el Ayuntamiento de la capital arroja datos llamativos: en 2019, el mayor número de accidentes con daños materiales en la ciudad tuvieron lugar en lunes y la hora más frecuente de los siniestros fueron las 13 horas. Sin embargo, en el año 2020 y en este 2021 los viernes son el día con mayor siniestralidad y la hora se mantuvo a las 13 horas el ejercicio pasado y coincidió en siniestralidad a las 13 y a las 14 horas en este 2021.