Apenas media docena de empresas y negocios recurrieron a la figura de la suspensión de pagos y entraron en concurso de acreedores durante el segundo semestre de 2020, entre los meses de abril y junio, durante el periodo de confinamiento, según las cifras facilitadas este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE) que, sin embargo, avisa de que la declaración del estado de alarma para frenar la expansión del coronavirus limitó la actividad de los juzgados en el segundo trimestre del año; con lo que "cabría esperar que en los próximos trimestres la estadística refleje paulatinamente los deudores concursados que se hayan visto afectados por esta situación" y que no se hayan recogido en las cifras que recoge Estadística.

Todos los procedimientos se han producido al amparo de la Ley Concursal, que persigue que las empresas que acuden a estos procedimientos y sean viables, puedan seguir operando, al tiempo que permite a los acreedores cobrar parte de su deuda. En esa circunstancia se encontraron seis empresas de Ciudad Real, la mitad de ellas con menos de cuatro años de antigüedad y con uno o dos empleados y con la actividad del comercio como principal perjudicada. De hecho, este grupo de actividades, junto con la construcción, son las dos principales 'victimas' de los concursos de acreedores en la provincia desde que el INE anota estas necesidades empresariales, en 2005: la construcción acumula el 26,3 por ciento de las quiebras y el comercio, el 19%.