El presidente de la Asociación, Agustín García, ha celebrado un acto ante la prensa en Toledo en el que ha expuesto datos de un estudio sobre el aumento del peso del renting dentro del uso del automóvil tanto en el conjunto de España como en Castilla-La Mancha. La última cifra disponible de número de vehículos en renting existente en la región, correspondiente a diciembre del año pasado, los eleva a 9.941 frente a los 6.081 contabilizados dos años antes. Esto supone un crecimiento del 63,48 por ciento, frente al alza del 29,35 registrado en este periodo de media en España.
El estudio recoge la evolución del uso del renting por grandes, medianas y pequeñas empresas, además de autónomos y particulares. Se destaca el crecimiento general de este modo de acceso al automóvil sobre todo en el caso de autónomos y particulares, una tendencia liderada entre otras regiones por Castilla-La Mancha. Así, el parque de vehículos de renting en manos de particulares y autónomos en esta región ha pasado en los dos años analizados de 327 a 1.162. Esto supone un alza de 255,35 por ciento, superior al crecimiento de este segmento en el conjunto de España, estimado en un 216,01 por ciento.
También registra un crecimiento apreciable el parque de vehículos de pequeñas empresas (de uno a cuatro automóviles), un 77,02 por ciento, al alcanzarse los 2.974 automóviles en 2018.
García ha señalado que el renting está registrando un aumento exponencial tanto en la región como en el conjunto del país. Así, señaló que las matriculaciones de vehículos de renting en España han crecido un 3,5 por ciento en los dos primeros meses de este año, frente a la caída general de las matriculaciones de un nueve por ciento en este mismo periodo.
El presidente de la Asociación de Renting ha destacado las ventajas para el consumidor de esta fórmula respecto a la compra tradicional, como unificar en una solo cuota mensual los distintos gastos derivados de la adquisición de un vehículos como su mantenimiento o su seguro. También ha destacado sus ventajas sociales, ya que facilita una renovación del parque automovilístico con la posterior venta de los vehículos usados en renting en el mercado de ocasión tras cuatro años de utilización, y también el acceso a vehículos con tecnologías menos contaminantes para las grandes ciudades, como los coches eléctricos.