«Las lesiones y errores nos estaban penalizando»

Eduardo Gómez
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Entrevista a Jacinto, capitán del Yugo Socuéllamos, de cara al derbi provincial en Segunda B en Villarrubia de los Ojos

Jacinto, durante un partido de esta temporada. - Foto: Rocío Hellín

Jacinto, capitán del Socuéllamos, se recupera a contrarreloj de unos problemas musculares que le obligaron a retirarse en Melilla. El cuadro blanquiazul es noveno con 5 puntos.

¿Cómo se encuentra de su lesión?

Es un problema muscular en la pierna izquiera, pero las sensaciones son mejores.

¿Cómo afronta su equipo este derbi provincial?

Es un partido especial. Es la primera vez que jugamos en Segunda B y siempre es bonito.

El triunfo en Melilla habrá supuesto un refuerzo moral importante...

Sí, claro. Nos hacía falta ese refuerzo de un buen resultado para confirmar el buen trabajo que se estaba haciendo. Las lesiones, accidentes, errores puntuales... nos estaban penalizando mucho. Las cosas no se estaban haciendo tan mal como para ir tan abajo.  Es verdad que la primera victoria llegó en un campo complicado, como es del Melilla, pero también es cierto que el equipo compite bien y ya merecía ganar.

¿Le ha costado al Socuéllamos adaptarse a la nueva categoría?

Segunda B es una categoría muy dura. En nuestro grupo hay equipos con grandes presupuestos y estructuras y nosotros ante eso podemos competir, pero dentro de nuestras posibilidades. Cualquier error se paga, hay jugadores muy buenos y no te perdonan.

Y eso en una temporada tan atípica....

Somos unos privilegiados, hay unos protocolos, controles todas las semanas…

¿Cómo ha llevado tener que jugar algunos partidos a puerta cerrada?

Es algo que no se entiende. En Extremadura, por ejemplo, sí se permite público y eso es un factor que favorece a los rivales y nosotros no podíamos aprovecharnos el apoyo de nuestra gente en el Paquito Giménez.

¿Qué destaca del Villarrubia?

Es un equipo ordenado y compacto, que ya conoce la categoría y que sigue con esa dinámica positiva con la que acabó la campaña anterior. Tienen un gran entrenador y un campo difícil, peculiar, como puede ser el nuestro.