Más turismo interior, más alerta contra el fuego

M. Sierra
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460 profesionales velarán en esta campaña por la vigilancia de los espacios naturales con más afluencia de gente en una campaña con una mayor probabilidad de altas temperaturas

El aumento del turismo de interior pone en alerta a los agen - Foto: Diego Rodrigyuez

A las puertas de un verano que ya se antoja caluroso, con la Agencia Estatal de Meteorología esperando una mayor probabilidad de que la temperatura se encuentre en el tercil superior en toda España, salvo en el noroeste peninsular, esta semana se puso en marcha la campaña de prevención de incendios que se prolongará hasta el 30 de septiembre, aunque en un año atípico por varias razones. La primera, porque en esta ocasión los agentes tendrán que luchar contra el fuego en  un marco muy  diferente, el de la pandemia; y la segunda, porque se espera un incremento de la afluencia de gente en los espacios naturales que convierte, más que nunca, a los ciudadanos en protagonistas principales de la protección del entorno natural de esta región.    

 En esta campaña velarán porque el patrimonio natural de Castilla-La Mancha se mantenga intacto unos 460 agentes, los mismo que llevan trabajando desde que se declaró el estado alarma. Su labor será evitar que el fuego dañe el patrimonio natural de una de las regiones como más parques naturales o nacionales. Pero a esa tarea hay que sumar este año otra, la de reforzar la vigilancia de aquellas zonas naturales  en las que haya más afluencia de gente.

En lo que va de año, la provincia contabiliza apenas un incendio y seis conatos, según recoge la Consejería de Desarrollo Sostenible, que han afectado a una extensión de seis hectáreas. El año pasado eran ya nueve los incendios y 38 los conatos  con casi 40 hectáreas de vegetación afectada.

El objetivo de este servicio, según explica Alfredo Poveda, uno de estos policías medioambientales que desde hace años protege, custodia y conserva el medio natural es «garantizar que todo está bien y  velar porque se cumplan las medidas sanitarias establecidas en cada momento para la lucha contra la pandemia». La medida responde a que desde la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha tienen claro que este año mucha gente optará por veranear en el entorno rural «como se hacía en la década de los 80» y eso nos obliga a vigilar con más cuidado «todas aquellas zonas que se van a ver más saturadas».  

En el primer fin de semana de la campaña contra incendios ya hubo agentes medioambientales con sus patrullas en el parque natural de la Serranía de Cuenca y en el nacimiento del río Cuervo, además de en Cabañeros. La presencia de dichos agentes, expone, se irá modulando en base a las visitas que se concentren en las zonas.

Con sus nuevas tareas claras, los agentes medioambientales no pueden olvidar el fin último de la campaña contra incendios, en el que consideran que tiene una labor clave los ciudadanos en cuanto a la prevención. Y en esa línea, la APAM-CLM ha sacado un decálogo   de consejos prácticos a tener en cuenta «cuando quedan lejos ya las lluvias caídas en el mes de abril y el campo empieza a mostrar signos de sequedad».  

Encabeza este decálogo un consejo básico: evitar hacer fuego en el campo, sea cual sea la razón. A partir de ahí  se pone el acento en pequeños  hábitos que  también pueden ayudar en esta batalla.  Entre ellos, Alfredo Poveda incide  en dos: no utilizar segadoras o máquinas en el campo que puedan provocar chispas si hay viento y «no aparcar en cualquier sitio cuando se viaja al campo». «Hay que utilizar las zonas habilitadas porque  el catalizador o el tubo de escape alcanzan temperaturas altísimas y pueden provocar un incendio al entrar en contacto con la vegetación».

La labor de estos agentes medioambientales es la de preservar todo el espacio natural, por eso entre los consejos que da la APAM-CLM también está no dejar residuos. «Igual que los traemos de casa, nos los podemos llevar y tirarlos en los contenedores correspondientes».  

Desde la asociación tienen claro que «la mayoría de los incendios forestales son provocados por el ser humano», que es a su vez el mejor aliado para evitarlo.