José Manuel Patón

LA PLUMA CONTRA LA ESPADA

José Manuel Patón


Me pone cuarto y mitad de indultos

26/05/2021

Si, no se extrañe el lector, los indultos en este país se compran como el azúcar, el pescado, o las fresas, que ahora es la temporada. La única diferencia entre el mercado de Abastos y el lío este que aparece en la prensa, es que el pago se hace al trueque, como antiguamente.
El trueque siempre ha sido el formato más primitivo y menos civilizado de comprar cosas. Para comprar al trueque tienes que estar muy cerca el comprador y el vendedor, por eso no se puede comprar al trueque por Amazon, ni tampoco se pueden comprar al trueque de segunda mano como por Ebay. En este caso, el trueque es cuarto y mitad de indultos, -a Puigdemont no porque no le hace falta-, por cuarto y mitad de votos en las Cortes para destinos varios. La entrega de la mercancía se hace en el acto, y sin embargo el cobro se hace a plazos, dependiendo el momento por el que pase el vendedor, puede pedirle al comprador que le pague un plazo más importante o uno más pequeño.
Los indultos no se pueden pagar con dinero porque ese trueque es casi secreto, no es confesable, es como pagar un puticlub; todo el mundo que haya ido a un puti, habrá pagado al contado para no dejar rastro. Lo mismo le pasa a los indultos, que se pagan al trueque pero el precio se dice a la orejilla. Así como si fuéramos a morderla, pero susurrando el precio: vótame esto porfa. Y es que los servicios que se cobran por el indulto pueden generar, como los servicios de los masajes con final feliz, criticas en la propia familia política. Es mejor que no se enteren, y cuando se entrega el indulto, hay que decir que todo el mundo tiene derecho, que está en la ley del indulto, que cumple todos los requisitos, y que la Constitución regula que todos somos iguales ante la ley. Lo peor puede ser que el supuesto beneficiario no lo haya pedido, es decir, que va uno al mercado y te sueltan una bolsa con cuarto y mitad sin haberlo pedido tú. Tú le dirías al pescadero ¿y esto por qué?, y el pescadero te guiñaría un ojo y te diría: anda tonto toma. En ese caso el indulto es gratuito aparentemente, pero no. Dadivas quebrantan peñas, dicen los castellanos. El que regala bien vende si el que recibe lo entiende, mucho más si el regalo ha salido de un cargo gracias al que recibe. Bastante barato te ha salido el puesto.
La cuestión sería de coña si no fuera en el momento y en la situación en la que nos encontramos. Si no fuera porque indultar a quienes han intentado pasarse por el forro la Constitución es un desprecio a aquellos policías que les rompieron el coche aquel día de autos, donde toda España pudo ver a los Jordis subidos encima como si hubiera sido un trofeo. Un desprecio a nuestro Estado de Derecho, a nuestros jueces, a nuestros fiscales, que dedicaron horas y horas para preparar las acusaciones, las defensas; un desprecio al periodismo leal e Institucional, y a tantas otras Instituciones democráticas. Este pescado huele a podrido.