Mañana se cumple un año de la llegada de David Ramos al banquillo del Viña Albali. Aquel 12 de diciembre de 2018 la directiva del club valdepeñero tomó la decisión de destituir a Leo Herrera y apostar por el técnico madrileño. Un año después el proyecto ha crecido de forma exponencial, hasta el punto de que el equipo es cuarto en la tabla y acaricia ya la clasificación para la Copa de España. 

«Llegó un momento en que había que tomar decisiones y siempre lo haces pensando que es lo mejor para la entidad. Luego el tiempo dice si acertaste o no. Fue doloroso, pero creo que se acertó», recuerda Luis Palencia, presidente del club. 

El 9 de diciembre el cuadro valdepeñero cedía por 2-9 ante el Barça en su segundo partido en el remodelado pabellón Virgen de la Cabeza. Aquel resultado dejó al Viña Albali como colista con 7 puntos, a una jornada para el final de la primera vuelta y empatado con Segovia y Antequera. Precisamente, el equipo castellano era su último rival de la primera vuelta. El día 11 el Viña Albali sucumbía en la final del Trofeo de la Junta ante el Talavera y el día 12 se hizo oficial la destitución de Leo Herrera, artífice del ascenso del equipo a la máxima categoría.

364 días más tarde el Viña Albali es cuarto en la tabla con 22 puntos y se prepara para recibir, curiosamente, al Barça, con la posibilidad de celebrar un doble éxito: el primer triunfo en la historia ante el cuadro azulgrana y la primera clasificación para la Copa de España. 

Solo cuatro jugadores que defendieron la camiseta azulona aquel día continúan en la plantilla: Dani Santos, Manu García, José Ruiz y Juanan. Los demás, Víctor López, Mimi, Kike, Zamo, Nacho Pedraza, Thiago y Álex Naranjo tuvieron que buscar nuevo destino y, de hecho, ninguno está  actualmente en la máxima categoría del fútbol sala español.

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