La provincia de Ciudad Real supera, por sí sola, el número de hectáreas de nuevas plantaciones de viñedo que se autorizarán en este 2021 en el conjunto de España. En concreto, en Ciudad Real el número de solicitudes cursadas suponen una superficie de 975,12 hectáreas, mientras que el Ministerio de Agricultura aprobó ya en diciembre limitar las nuevas plantaciones de vid a 945 hectáreas en todo el país.
La superficie para nuevas viñas que autorizará el Ministerio, las 945 señaladas, se corresponden con el 0,1 por ciento de las hectáreas plantadas de viñedo en España a 31 de julio de 2020, una limitación que en este caso ha sido mayor que la de años atrás, cuando venía siendo del 0,5%, con entre 4.700 y 4.900 hectáreas, debido a la afectación que ha tenido la pandemia para el sector del vino, que viene reclamando fondos extraordinarios de las administraciones para hacer frente al excedente de vino que existe y al enlace de campaña de cara a la nueva vendimia.
El plazo de solicitud de nuevas plantaciones de viñedo estaba abierto hasta finales del pasado mes de febrero y en el conjunto de la región, la Consejería de Agricultura recibió peticiones que elevan la superficie a plantar a 2.503 hectáreas, correspondientes a 1.159 solicitudes. Ciudad Real encabeza las peticiones en el conjunto de la región con las 975 hectáreas solicitadas correspondientes a 419 peticiones. Le sigue la provincia de Albacete con 709,49 hectáreas demandadas relativas a 268 agricultores; Cuenca, con 547,08 hectáreas de 323 demandantes;y Toledo con 266 hectáreas solicitadas de 147 solicitantes. En último lugar se posiciona la provincia de Guadalajara con apenas 5,4 hectáreas de dos agricultores, según los datos facilitados a este diario por la Consejería de Agricultura. Ahora, será el Ministerio el que determine el reparto entre las distintas regiones y, en razón del mismo, la Consejería dictaminará el volumen de autorizaciones por provincias.
Para el responsable nacional de Vino de UPA, el castellano-manchego Alejandro García-Gasco, «sorprende el volumen» de nuevas plantaciones que se han solicitado en la región y, en concreto, en Ciudad Real, principalmente teniendo en cuenta la situación de crisis que vive el sector. «Conforme está el sector es ir a la ruina», asegura. No obstante, considera que esas solicitudes pueden corresponder, principalmente, a pequeños agricultores, con hasta cinco hectáreas, que desean ampliar su explotación o a jóvenes que pretenden incorporarse a la actividad y ven en el sector agrario una salida laboral, por lo que teniendo en cuenta la «poca rentabilidad del cereal», optan por «el cultivo tradicional, lo que más conocen»: la vid. No obstante, recordó que el conjunto del sector, a través de la Interprofesional del Vino, solicitó que la nueva plantación para 2021 fuera tan sólo del 0,1%, «el mínimo posible», para no sumar más hectáreas en producción. Así lo va a seguir haciendo, dijo reconociendo que sería un contrasentido que, por un lado, se pidan medidas de autorregulación para eliminar excedentes de vino y, por otro, se solicite más terrenos para plantar. Las hectáreas de nuevas cepas que se autorizarán este año serán, de hecho, muy inferiores a la de años atrás, que vienen superando en toda España las 4.000 y en la provincia ascienden a un millar.
«prudencia». Para el gerente de Asaja Ciudad Real, Agustín Miranda, «frecuentemente», las solicitudes han sobrepasado lo propuesto, si bien en este caso «la diferencia se nota más al ser la cantidad autorizada menor» y al registrarse además en un contexto de crisis del sector. De este modo, considera que porcentualmente «no es significativo», pues se trata de casi un millar de hectáreas en relación con las alrededor de 200.000 que existen en la provincia, aunque indica que en términos absolutos sí se trata de una cifra llamativa que atribuye a los agricultores que quieren ampliar su explotación y a los jóvenes. De este modo, aseguró que para Asaja «hasta que no se solucione la situación de desequilibrio entre la oferta y la demanda no es una prioridad incentivar las plantaciones», por lo que pidió «prudencia» a la hora de planificar los cultivos pues recordó que actualmente «hay mucho vino y el mercado no es capaz de asumirlo». La autorización de nuevas plantaciones se puede ejecutar en un periodo de tres años.