Abraham Arcos (27-8-1992. Umbrete, Sevilla) vivirá este domingo un choque muy especial. El futbolista del Calvo Sotelo Puertollano volverá a jugar en Liga tras cumplir los siete partidos de sanción con que fue castigado justo al final de la campaña anterior tras su expulsión con el Quintanar del Rey y su reaparición será curiosamente ante su exequipo, el Manchego.
«Por fin ya pasó todo. Estoy con muchas ganas porque jugar ante el Manchego siempre es especial, la pena es que sea a puerta cerrada», resume el sevillano.
«Primero a ver qué decide el entrenador, pero si cuenta conmigo yo voy a ir con todo y daré lo máximo de mí en los minutos que esté sobre el campo porque han sido semanas complicadas al no poder ayudar a los compañeros», explica Abraham, que coincidió en el vestuario mancheguista con Sergio Sánchez, Miguel, Rafa García y Pascu.
Tanto Calvo Sotelo como Manchego están siendo dos de los equipos más afectados por el aplazamiento de partidos «en una temporada muy extraña a la que hay que adaptarse», explica Abraham. «Otros equipos sí están jugando y eso te provoca una cierta presión de tener que ganar para no descolgarte», añade. De su paso por el Manchego afirma que «allí estuve bien, pero luego aparecieron unos problemas y me surgió la oportunidad de venir a Puertollano, donde me siento muy valorado y estoy muy contento».
Para esta campaña, ciudadrealeños y puertollaneros han confeccionado proyectos ambiciosos, de ahí que Abraham considere vital comenzar a «sumar victorias». El Calvo Sotelo, que acumula cuatro puntos en los tres partidos que ha disputado, «ha merecido más», confiesa, ya que «no hemos tenido fortuna y algunas decisiones arbitrales nos han perjudicado». Además, Abraham lamenta tener que jugar a a puerta cerrada porque «a los futbolistas siempre nos gusta contar con el apoyo de la afición. Jugar en un estadio vacío te hace sentir raro y al final se igualan las fuerzas».