El precio de la electricidad se ha convertido desde hace semanas en el principal elemento de inestabilidad en la economía. Sus ecos han empezado a sentirse en la industria, donde ya son varias las empresas en España que han decidido frenar la producción, ante el incremento de costes que implica producir con el precio del megavatio actual. Se trata de una situación insólita de la que Ciudad Real no queda al margen y, de hecho, por ejemplo, Fertiberia, una de las grandes industrias productivas de Ciudad Real ha anunciado que, tras el final de la parada de mantenimiento este fin de semana, retorna la producción de amoniaco y urea solo al 50%. El motivo es que es necesario el gas natural como principal materia prima de este producto, un suministro cuya cotización está actualmente en máximos históricos. 

Se trata de una decisión única en las empresas consultadas, ya que la materia prima de los productos hechos en Ciudad Real suele ser otra: los productos agroalimentarios, para los que no hay posibilidad de frenar la producción, esperan tiempos mejores, y es necesario conservarlos usualmente en frío. Por este motivo, el aumento de precios de los productos ciudadrealeños será la primera consecuencia que se vea de este incremento de la electricidad y del gas, aunque es algo para lo que aún queda tiempo. Por el momento, las empresas agroalimentarias han optado por asumir el coste, recortar beneficios y esperar a que la luz vuelva a tener un coste normal. Solo si se mantiene en el tiempo la subida de la luz de estos meses se acabará trasladando al producto final. 

Así lo apuntó, por ejemplo, el gerente de Kiele, Francisco Santos, quien recordó que un alto porcentaje de sus costes se encuentran en el mantenimiento de las cámaras frigoríficas donde están sus productos.  De momento, apuntó que no han subido precios. «Estamos asumiendo el aumento de costes nosotros durante el tiempo que podamos asumirlo», pero «si esto sigue así, el que lo pagará será el consumidor final». En Kiele, como en muchas otras grandes empresas, son conscientes de la necesidad de abaratar costes eléctricos hace tiempo con el autoconsumo; en la fábrica cuentan con placas solares, pero se está viendo que no eran suficientes y «habrá que poner más», una inversión con la que se podría frenar este aumento de costes. 

placas fotovoltaicas. Esa misma inversión de placas la han realizado este tiempo atrás otras muchas empresas. Por ejemplo Alvinesa cuenta con un proyecto en marcha y otro en estudio para suministrarse la propia energía. También E. Leclerc la tiene hecha, con placas solares, pero, en su caso, sin posibilidad de seguir aumentándolas. «Hemos hecho inversiones para bajar el consumo, pero no compensa con la subida de la luz», comentó el director-gerente de la empresa, Juan Jiménez.  «De momento, lo que hacemos es asumir esta subida atípica de la energía; nos podrá afectar en el resultado final de la empresa, pero no lo vamos a repercutir nada a nuestros clientes», que en este caso se trata del consumidor final. 

Hay que tener en cuenta que no se trata solo del precio de la luz, sino que también hay un aumento significativo del valor de los materiales. Por ejemplo, fuentes de Vestas apuntaron a La Tribuna que este verano se han duplicado los costes algunos meses debido a lo que ha sido necesario pagar por el precio de la luz y de las materias primas.