Dignidad y respeto para la tercera edad

A. Criado
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La dirección, los cuidadores y los usuarios de las residencias Nuestra Señora de la Asunción I y II de Miguelturra elevaron este viernes la voz para reivindicar la «dignidad y respeto» que merecen las personas mayores en todos los ámbitos de la vida

Dignidad y respeto para la tercera edad - Foto: Tomás Fernández de Moya

La dirección, los cuidadores y los usuarios de las residencias Nuestra Señora de la Asunción I y II de Miguelturra elevaron este viernes la voz para reivindicar la «dignidad y respeto» que merecen las personas mayores en todos los ámbitos de la vida, tanto en este tipo de centros como en sus propios hogares. Lo hicieron con un sencillo acto para conmemora el Día Mundial de toma de conciencia del abuso y maltrato en la vejez. José Manuel Llario, director de la residencia Nuestra Señora de la Asunción II, un centro que forma parte de la Asociación de Castilla-La Mancha de residencias y servicios de atención a los mayores (Acescam), afirmó que esta «pequeña reivindicación», que vienen repitiendo desde hace tres años, tiene como objetivo sensibilizar a la ciudadanía para que los mayores «no sean maltratados». «Y no sólo en las residencias y sus hogares, sino en todos los ámbitos de la vida», apostilló. Una concienciación que va más allá de los abusos físicos y psicológicos. Llario hizo un llamamiento «al cuidado de la palabras, no levantar el tono de voz, tener en cuenta cuáles son sus necesidades básicas y respetar sus espacios e intimidad». «Procurar su bienestar en global porque se merecen una dignidad y un respeto», enfatizó. Durante este humilde acto, al que asistieron gran parte de los 75 usuarios que viven en la actualidad en esta residencia, se leyó un manifiesto en el que se puso especial énfasis en «hacer que la residencia sea el equivalente de su hogar, cuyo máximo exponente se encuentra considerar la habitación del usuario como su domicilio». En el manifiesto, que se leyó bajo un enorme lazo azul reivindicativo, también se pedía a los poderes públicos «el máximo compromiso en la puesta en marcha de planes de formación que tengan como objetivo promover la dignidad de la persona mayor como principal remedio en la lucha contra el abuso y maltrato a la vejez».