De la violencia manchista se sale con ayuda

Pilar Muñoz
-

Tres mujeres y sus hijos, nueve niños de entre uno y 12 años, tratan de recuperar su vida en la Casa de Acogida de Ciudad Real

De la violencia manchista se sale con ayuda - Foto: PABLO LORENTE

Denunciar salva vidas, y de la violencia de género «se sale». Este es el mensaje que traslada la directora de la Casa de Acogida de Ciudad Real, Fátima Móndejar, en el Día Internacional contra la Violencia de Género.

Más de mil mujeres, la mayoría con hijos, lo han conseguido. Han salido de la violencia de la mano de los psicólogos y educadores de la Casa de Acogida de Ciudad Real, la primera de Castilla-La Mancha y la tercera de España que abrió sus puertas para ayudar a las mujeres maltratadas.

Lamentablemente ha habido y sigue habiendo mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas, pero también son muchas las que logran salir de ese infierno y recuperar su vida gracias a recursos como la citada Casa de Acogida. Actualmente hay tres mujeres con sus hijos menores, nueve en total. Las madres rondan la treintena y los niños están entre uno y 12 años, la mayoría de menos de cinco años.

A los niños aunque no hayan sufrido los golpes, el hecho de presenciar la violencia ejercida por su padre sobre la madre «les deja unas secuelas bastante importantes». Por ello, «hay que trabajar mucho con ellos para devolverles a una infancia plena, feliz, con amor. Cuando llegan a un entorno normalizado, donde no hay violencia empiezan a cambiar, a recuperarse». Los niños suelen recomponerse antes que las madres.

A ellas les cuesta más volver a la normalidad. Por regla general han vivido mucho tiempo en un escenario de terror, de miedo, y les cuesta confiar en los demás.

El maltratador las aísla hasta lograr que pierdan su autoestima, les hacen ver que no valen para nada, que no son nadie. Y conseguir que vuelvan a creer en ellas, a confiar en ellas y los demás no es tarea fácil. Pero los psicólogos y educadores de la Casa de Acogida de Ciudad Real lo consiguen. Ahí están los resultados.

La directora explica que la edad de la víctima puede variar. Aunque suele rondar la treintena, ha habido casos de mujeres mayores. La última que ha salido de la Casa de Acogida de Ciudad Real tiene 62 años. Cuando llegan los responsables de esta casa empiezan a trazar el plan de intervención que van gradualmente cambiando en función de cómo se va reforzando y recuperando la víctima. «Todas tienen riesgo, algunas más alto que otras. Por ello, cuando ingresan acuden los policías para interesarse por el caso y hacer un seguimiento», indica Fátima Móndejar, psicóloga y directora de la Casa de Acogida.

Insiste en el mensaje de que hay salida, que pueden volver a ser dueñas de su destino tras destacar los recursos y ayudas. En este sentido, recuerda que  las administraciones facilitan a las mujeres víctimas del maltrato «una atención completamente personalizada que les permita romper definitivamente con el círculo de la violencia y trabajar e incluso crear su propia empresa».

«Puede parecerles complicado,  no es nada fácil, pero lo cierto es que pueden lograrlo, que recuperen la autonomía que nunca debieron perder», sostiene tras recordar casos punzantes y mujeres «muy valientes».