Bodas de plata, oro y diamante en el sacerdocio

M. E.
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La Diócesis de Ciudad Real homenajea con una misa en la Catedral y en el día de su patrón, san Juan de Ávila, a los sacerdotes que han cumplido 25, 50 y 60 años en el ejercicio

El obispo, Gerardo Melgar, oficiando la eucaristía en la Catedral. - Foto: Estudio con buena luz

Coincidiendo con la conmemoración del día de san Juan de Ávila, patrón del clero secular español, la Diócesis de Ciudad Real celebró una jornada muy especial, en la que participaron unos 80 religiosos y en la que se realizó un reconocimiento a los que cumplían sus bodas de plata (25 años), oro (50) y diamante (60) desde su ordenación como sacerdotes. Todos ellos fueron homenajeados esta mañana en una eucaristía que presidió en la Catedral el obispo, Gerardo Melgar. La actual situación sanitaria impedía que este día tan señalado fuera, como lo ha sido tradicionalmente, una gran jornada de convivencia secular, que habitualmente incluía una comida de confraternización y una conferencia especializada sobre la figura de san Juan de Ávila, nombrado como Doctor de la Iglesia por el papa Benedicto XVI en 2012 y natural de Almodóvar del Campo. 

Los nombres propios de este jubileo sacerdotal eran los de José Ballesteros, Antonio Guzmán y Jesús Mayorga, celebrando sus bodas de diamante; Lorenzo Trujillo, Isidro Martín-Consuegra y Tomás Villar, con sus bodas de oro; y Miguel Ángel Jiménez, que ha cumplido sus bodas de plata en el ejercicio del sacerdocio.

El tomellosero Miguel Ángel Jiménez, el más joven de todos ellos, actualmente es el titular de la parroquia de Picón, además de responsable de medios de la Diócesis. Para él la jornada ha sido «un día de profunda acción de gracias, hacia mi familia, que me ha visto crecer en lo humano, en la fe y en la vida sacerdotal; también hacia mis compañeros de profesión, porque durante este tiempo nos apoyamos unos a otros; y hacia los fieles, que son la verdadera razón de esto, porque uno es sacerdote para los demás, a los que va entregando su vida».

Algunos de los homenajeados.Algunos de los homenajeados. - Foto: Estudio con buena luzMedio siglo ha cumplido en el ejercicio Lorenzo Trujillo, natural de Aldea del Rey y que fuera rector del Seminario de Ciudad Real durante casi tres décadas, además de párroco de San Pedro y director del Instituto Diocesano de Teología. A él la ceremonia le ayudó a evocar «muchos recuerdos bonitos», y se muestra profundamente agradecido al poder haber cumplido 50 años como sacerdote, «porque es lo más bonito que me ha ocurrido en la vida». Relata sus sentimientos con las dos palabras con las que se relaciona con Dios: gracias y perdón. «Gracias porque todo lo que he vivido como sacerdote me desborda, y gracias por haber podido sentir en algunos momentos cómo Dios actuaba a través de mí; y perdón porque siento que no he dado todo lo que podía dar, no he sabido transmitir el mensaje, y nuestras deficiencias las pagan los otros». Lorenzo tampoco se olvidaba de sus compañeros, hacia los que también procesa una sincera gratitud.

Fuerzas para ser útil

Jubilado aunque muy activo sigue Antonio Guzmán, que ha cumplido 60 años en el sacerdocio. Natural de Fuente el Fresno, se ordenó a los 23 años, y aún le sobran fuerzas para ayudar a los compañeros que lo necesitan. Como él sintetiza, lleva «toda una vida al servicio de Dios, ayudando al prójimo, y eso me llena de alegría». Hoy se acordó de muchas personas que han pasado por su vida durante estos 60 años, empezando por sus formadores en el Seminario, y con mención especial a los compañeros que ya no están aquí. «No todo el mundo llega a los 60 años de sacerdocio, hay mucha gente que se queda por el camino, así que yo intento disfrutar de este privilegio», asegura Antonio. En su apartado de agradecimientos también reserva un buen espacio a las personas para las que ha trabajado desde la palabra de Dios, porque «uno no se hace sacerdote de golpe, sino que se va haciendo poco a poco con el contacto con la gente». Por último, el que fuera párroco de Santiago y Santo Tomás en Ciudad Real, pide a Dios «que me dé fuerzas para poder seguir siendo útil», asevera.

Unos 80 sacerdotes asistieron a la ceremonia religiosa.
Unos 80 sacerdotes asistieron a la ceremonia religiosa. - Foto: Estudio con buena luz
Los testimonios de estos tres religiosos ciudadrealeños resumen el sentir de todos los que fueron homenajeados en el día de ayer en la Catedral durante el día del patrón del clero español, en una jornada en la que mereció una mención especial Pedro Roncero, que el pasado 1 de abril, Jueves Santo, cumplía 100 años de vida, y suma 73 como sacerdote. Un ejemplo a seguir para todos ellos.