Un total de 1.132 hectáreas son las que se han autorizado en la provincia de Ciudad Real mediante el sistema de regulación de nuevas plantaciones de viñedo en este año 2020, correspondientes a 577 solicitantes de la provincia. Así se recoge en los datos facilitados a este diario por la Consejería de Agricultura y que ponen de relieve que Ciudad Real es la provincia de la región que cuenta con mayor superficie autorizada para nuevos viñedos. Le sigue Albacete, con 703 hectáreas y 350 peticiones; Cuenca con 608 hectáreas y 422 solicitudes; Toledo con 249 hectáreas de 196 solicitantes y Guadalajara con 1,16 hectáreas de tan sólo tres solicitantes.
Para estas autorizaciones se tienen en cuenta dos aspectos fundamentales: la superficie de las explotaciones y si se trata de jóvenes que desean incorporarse a esta actividad laboral.
En el conjunto de la región, la cifra de hectáreas autorizadas es de 2.695, el 56 por ciento del total autorizado a nivel nacional: 4.750 hectáreas. Esta última cifra se corresponde con el 0,5% del total del viñedo de España, ya que hay que recordar que dicho porcentaje, el 0,5%, fue el establecido por el Gobierno de España para nuevas plantaciones en este 2020, la mitad del límite máximo que permite Bruselas, que establece un tope del 1% para nuevas plantaciones.
Eso en cuanto a este ejercicio 2020, ya que de cara al año 2021 se deben trasladar ahora las propuestas de los diferentes sectores vitivinícolas en relación al porcentaje de nuevas plantaciones que se debería autorizar, aunque finalmente será el Ministerio el que tendrá la última palabra.
Así lo indicó a este diario Alejandro García-Gasco, responsable del Vino de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), quién apuntó a la celebración hoy de una reunión de la Interprofesional del Vino en la que dicha organización agraria planteará «el 0 por ciento» de nuevas plantaciones para el año que viene. En concreto, atribuyó esta postura a la situación actual de pandemia, con las mayores dificultades para la comercialización, la situación de la hostelería y la restauración, o el descenso del consumo también en los hogares. De este modo, UPA apuesta por «frenar» estas nuevas autorizaciones de cara al año que viene y no aumentar la oferta de vino disponible en el mercado. «Planteamos que en 2021 descansemos de nuevas autorizaciones y ver cómo se desarrolla el sector en un futuro próximo y si luego tenemos que volver al 0,5%, se volverá, pero no es momento de incrementar plantaciones», dijo.
Un planteamiento similar es el que tiene Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha, que aboga porque dicho porcentaje sea «el mínimo imprescindible», con el fin de atender solo las necesidades «más perentorias» pero no incrementar el «desajuste» actual entre la oferta y la demanda, afirmó Bienvenido Amorós, técnico de la sectorial de Vinos de Cooperativas Agroalimentarias de la región.
Un equilibrio es precisamente lo que defiende la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) de Ciudad Real, que ve necesario atender las demandas de agricultores que desean adaptar sus explotaciones y las de jóvenes que se deseen incorporar a la agricultura, aunque sin incrementar en exceso la superficie cultivada de vid, lo que supondría más producción de uva y por lo tanto un menor precio.
En este sentido, el gerente de Asaja Ciudad Real, Agustín Miranda, argumentó que este contexto de pandemia no puede condicionar exclusivamente la petición de nuevas plantaciones, ya que la autorización tarda varios meses en llegar y, además, las nuevas plantaciones pueden hacerse efectivas en un periodo de tres años, un margen de tiempo en el que se desconoce si seguirá teniendo incidencia o no la pandemia, dijo. Por eso, apostó por análisis más a largo plazo en relación a esta cuestión.