'Borondo', a la espera de la escritura pública de donación

Ana Pobes
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Desde el Ayuntamiento de #Daimiel explican que el notario requiere que se deje constancia con claridad de que todos los propietarios ceden el inmueble y «hay un 8,5% sin aclarar de los herederos»

'Borondo', a la espera de la escritura pública de donación

La Venta de Borondo se encuentra aún entre el limbo de la propiedad privada y municipal, a pesar de que el Ayuntamiento de Daimiel selló su compromiso para llevar a cabo el traspaso a manos municipales con 2.500 euros. El principal escollo ahora se encuentra a la hora de hacer la escritura pública, necesaria para efectuar la donación a una Administración. Así lo comenta el portavoz del equipo de Gobierno en el Ayuntamiento de Daimiel, Jesús David Sánchez de Pablo, quien, en declaraciones a La Tribuna, reconoce que a pesar de que existe «buena sintonía» con la propiedad privada son varias las generaciones que deben ceder la propiedad, y eso, lamenta, «está dificultando el trámite». «Desde el Ayuntamiento estamos haciendo todo lo posible, y de hecho tenemos dos técnicos trabajando en este tema y una partida presupuestaria para llevar a cabo la donación, pero el tema es muy complejo», señala.  

El notario, continúa explicando, requiere que «claramente» se deje constancia de que todas las partes propietarias del inmueble ceden la propiedad, y «aún hay un 8,5% sin aclarar de los herederos propietarios», lamenta. «Estamos en ello. Nos encontramos en el procedimiento administrativo, por lo que en el momento en que la propiedad aclare ese 8,5 por ciento haremos la escritura pública de donación». Será entonces, cuando la Venta de Borondo, edificio declarado por la Junta de Comunidades Bien de Interés Cultural en 2007, pase a manos del Ayuntamiento, quien a partir de ahí trabajará para poner en valor un inmueble que desde hace ya varios años lleva lanzando un SOS para evitar su derrumbe, por lo que «confiamos en que este trámite llegue a tiempo para que no se hunda».

El tiempo juega en contra de este monumento del siglo XVI, rescatado por la asociación cultural Venta de Borondo y Patrimonio Manchego allá por el año 2016, cuando el derrumbe de parte de una de las paredes de la torre fue el detonante que provocó la creación de esta asociación y el inicio de un trabajo que comenzó, en un primer momento, para dar a conocer este singular emplazamiento y conseguir el dinero necesario para la intervención de emergencia que necesitaba el edificio. Un contexto que pudo solventarse en 2018 gracias a los 6.000 euros procedentes del concurso Semilla Soliss (Fundación Soliss) y a los algo más de 13.000 euros que llegaron de la subvención de Parques Nacionales de Castilla-La Mancha para áreas de influencia socioeconómica, cantidad con la que se intervino también en el alzado oeste, también muy deteriorado. Pero no ha sido suficiente para salvar del todo el inmueble, algo que persigue con afán el Ayuntamiento, lo que demuestra «su fiel compromiso con el mantenimiento y conservación del patrimonio».

Más de dos años de negociaciones y trámites para que esta Venta sea patrimonio municipal. Así, una vez que llegue ese momento, reconoce Sánchez de Pablo, el Consistorio daimieleño trabajará para su puesta en valor aunque reconoce que ahora la prioridad es que «no se caiga». A partir de ahí se estudiará qué uso se le puede dar a este inmueble.