Envejecimiento, despoblación y empleo, retos de Afammer

C. de la Cruz
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La presidenta de la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural lleva a cabo un balance del pasado año, en el que se impartieron más de 60 cursos

Carmen Quintanilla, en la rueda de prensa de celebración del balance de Afammer - Foto: LT

La Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural (Afammer) cumple 38 años en este 2020 con la misma filosofía que en sus orígenes: la igualdad de oportunidades. Su presidenta nacional, Carmen Quintanilla, ha llevado a cabo un balance de todas las actividades realizadas el pasado año a través de cuatro programas que sirven para mejorar las condiciones laborales y sociales de las mujeres en el ámbito rural.

 

A través de Turisabor, plataforma de promoción de productos locales en entornos naturales basada en el turismo, Quintanilla destacó la formación de 209 alumnos para acceder al mercado laboral, a lo que se suma el programa de emponderamiento con la necesidad de alcanzar puestos de dirección; la prevención de adicciones, que llegó a 200 personas, y la lucha contra la violencia de género, punto sobre el que la presidenta de Afammer destacó que «existe mucho silencio, bajan las denuncias en el ámbito rural».
 

En total, durante 2019 Afammer impartió 62 cursos con más de 800 alumnas de once comunidades autónomas. Y de cara a este 2020, en la agenda de Afammer se encuentra la asistencia de Carmen Quintanilla a Estrasburgo de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa y en marzo a Nueva York a la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de Naciones Unidas, foros en los que defenderá los desafíos de la organización dentro de un año en el que se conmemora el 25 aniversario de la Conferencia de Pekín, que supuso un antes y un después en la lucha por la igualdad.

 

Entre los retos, Quintanilla puso sobre la mesa la necesidad de luchar contra el envejecimiento en el mundo rural, la batalla contra la despoblación dentro de un entorno rural que “está masculinizado, el 75 por ciento de los habitantes son hombres”, y el empleo, para “fijar población” y a través de “beneficios fiscales tanto para las empresas como para los ciudadanos”, así como “impulsar el relevo generacional en las explotaciones agrarias con las mujeres”.