El Manzanares retomó este lunes los entrenamientos en el pabellón Antonio Caba en una especie de contrarreloj para llegar en las mejores condiciones posibles al play off por el ascenso a Primera División, que se celebrará en el pabellón Martín Carpena de Málaga del 26 al 29 de este mes. En principio, el choque de semifinales ante el Elche está programado para las 17.30 horas del día 26.

Las sensaciones en la vuelta al trabajo fueron contrapuestas, tal y como asegura su técnico, Chema Jiménez. Por un lado, «la tristeza» por el fallecimiento del padre de Kiki, capitán del equipo y por el que todos los integrantes del club guardaron un minuto de silencio. Y por otro, «la alegría que nos dio volver a estar todos juntos en una pista».

En menos ya de diez días espera el Elche en las semifinales de este play off por el ascenso, que se jugará a puerta cerrada y donde en caso de empate se clasificaría la escuadra manchega por su mejor posición en la liga regular. En la final del 29, y también a las 17.30 horas, espera ya el Antequera, clasificado directamente tras la renuncia del Talavera. El campeón de esta fase de ascenso exprés acompañará al Real Betis a Primera División.

A pesar del poco tiempo de preparación tras tres meses de parón, el técnico del Manzanares no quiere excusas. «El reto es llevar al Manzanares a Primera División. Está claro que hay condicionantes complicados, pero si algo nos ha enseñado esta pandemia es que en la vida hay que buscar nuevos retos. No podemos pararnos a pensar en que hay muy poco tiempo para prepararnos, sino en que hay que centrarse en llegar en las mejores condiciones posibles», indica Jiménez.

En principio, toda la plantilla podría estar disponible para este play off, incluido Dani Juárez, ya recuperado de su operación. «Nos vamos a mover mucho por sensaciones y por la cuestión psicológica», avanza el técnico toledano, que confiesa también que la consigna en estas pocas sesiones de entrenamiento es «no forzar la máquina como forma de prevención de lesiones. Ha sido mucho tiempo parados y eso se nota en un deporte como el fútbol sala».

El hecho de conocer que no seguirá la próxima campaña en el banquillo del club no es para él un problema, sino «circunstancias de la vida» y vuelve a insistir en la palabra «reto» para apelar «al trabajo y llevarnos una alegría».

Sobre el primer rival, el Elche, indica que «conocemos la forma que tenía de jugar, pero ahora es todo una incógnita y nosotros saldremos a competir con nuestras armas».

El hecho de tener que jugar a puerta cerrada hace que a su juicio serán clave tres aspectos: «Motivación, concentración y actitud», como forma de sobreponerse a ese silencio en la pista, donde echarán de menos el apoyo de sus incondicionales.