La Denominación de Origen (DO) La Mancha comercializó durante el primer semestre de 2020 un total de 33.538.500 botellas, lo que supone un descenso del 21,7% respecto al mismo periodo del año anterior.

La caída en el volumen de comercialización se ha debido fundamentalmente al freno de las exportaciones por la COVID-19 y a la bajada en la restauración nacional debido a su cierre durante el estado de alarma, ha informado la DO en nota de prensa.

No obstante, el buen comportamiento del sector de la Alimentación en España y en mucha menor medida el crecimiento del comercio on-line han contenido la bajada y han permitido a “La Mancha” capear la crisis mejor que otras zonas vitícolas del país, ya que según datos de la Federación Española del Vino (FEV) a finales de abril la cifra de negocio de las bodegas podría caer entre un 20 y un 40%.

Aunque el grueso de comercialización en la Denominación de Origen La Mancha está en los vinos jóvenes y tradicionales, que supusieron más del 79% del total en 2019 y del 74,5% en el primer semestre de 2020, la incorporación de barricas a las bodegas de esta DO sigue creciendo a buen ritmo y en la actualidad supera las 92.000 unidades, según los datos aportados al Consejo Regulador por las 102 bodegas amparadas.

Esta cifra de barricas constata que el potencial de elaboración de vinos con envejecimiento (envejecidos en barrica, crianzas, reservas y grandes reservas) podría duplicarse en La Mancha con respecto a la comercialización actual.

No obstante, los vinos de reserva y gran reserva han tendido a mantenerse o incluso a bajar en los últimos años, lo que evidencia el cambio de tendencia por parte del consumidor, aunque algunas bodegas también destacan la dificultad para competir en el mercado de este tipo de vinos, en el que hay ofertas muy bajas por parte de otras denominaciones de origen.

Así, el mayor potencial para esta DO sigue estando en los vinos jóvenes, tradicionales y los que tienen periodos de envejecimiento no demasiado prolongados.