El Hospital de Tomelloso es un centro modesto si se compara con otros de la provincia y de la región pero, dentro de sus líneas de estudio, se encuentra un potencial que poco tiene que envidiar al de otros centros del mundo. Este es el motivo que le ha llevado a ser merecedor de una de las ayudas nacionales que el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades concedió  a finales de octubre en el marco del programa estatal de Generación de Conocimiento y Fortalecimiento Científico y Tecnológico del  Sistema I+D+i, para premiar a instituciones con proyectos de investigación prometedores.  

Para ser exactos, dentro del mismo se contempló una partida de 1,69 millones de euros para el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), que destinará dicha cuantía tanto al centro de Tomelloso como al Hospital General Universitario de Ciudad Real y los de Albacete y Toledo, así como a la Unidad de Neurología Experimental del Hospital Nacional de Parapléjico. Sin embargo, en el caso de la institución tomellosera, la ayuda otorgada por el ministerio responde a un total de 156.522 euros que irá dirigida a reforzar la unidad de investigación dedicada a patologías digestivas. Una estructura que constituyeron de manera formal a principios de año, aunque sus labores en este terreno comenzaron mucho antes, de manera paralela a la apertura del hospital.

«Nuestra infraestructura de investigación es pequeña, pero estamos inmersos en un montón de proyectos y tenemos ambición en  cuanto a los resultados previsibles», recalcó el gerente del Hospital, Antonio Sanz, al tiempo que mostró su satisfacción por haber conseguido esta subvención «pese a que somos una institución pequeña, ya que esto significa que nuestra labor, poco a poco, cobra relevancia».

El doctor Alfredo Lucendo es el jefe del servicio de Digestivo y la persona al frente de todos los estudios concernientes a patologías del estómago, ámbito al que irá destinada la tecnología que adquirirán gracias a esta ayuda. Concretamente, serán tres aparatos: un citómetro de flujo de nueva generación, un termociclador a tiempo real con campana de flujo y una centrifuga refrigerada, a los que definió como «una maquinaria poco estándar», pero que a su vez «nos va a permitir ser más competitivos en nuestras investigaciones», según explicó.

especialidades. Dentro de los estudios desarrollados en el Hospital de Tomelloso, se encuentran proyectos de diversa naturaleza en los que tienen cabida tanto estudios propios como en colaboración con otras instituciones, protagonizados por patologías como la enfermedad inflamatoria intestinal o la celiaquía. Sin embargo, la investigación estrella de la unidad de Digestivo se apoya en la esofagitis eosinofílica, afección descubierta en 1993 y que, pese a su novedad, aqueja a uno de cada 850 españoles.

Respecto a la misma, Lucendo explicó que «al ser nueva, todavía existe mucho desconocimiento al respecto», siendo la de Tomelloso una de las pocas instituciones que se dedican al estudio de esta enfermedad. Por tanto, «a nivel internacional, solo hay cuatro o cinco grupos dedicados a la esofagitis eosinofílica, y ahí estamos nosotros», resaltó Lucendo, lo que asegura que les lleva a recibir pacientes procedentes de toda España «y nos convierte en todo un referente no solo nacional, sino mundial».

En cualquier caso, el especialista señaló que la adquisición de esta nueva tecnología subvencionada por la ayuda estatal les va a permitir una mayor autonomía en cuanto a sus estudios, ya que podrán realizar desde Tomelloso algunas técnicas de laboratorio que, hasta el momento, no podían asumir por la falta de maquinaria. «Antes estaba previsto que estos procedimientos se realizaran en laboratorios externos, con la complejidad que conlleva tener que trasladar las muestras, pero la posesión de este equipamiento nos va a permitir hacerlos in situ», subrayó.

Cabe destacar que desde su constitución hace cerca de ocho meses, la unidad de investigación del área de Digestivo del Hospital de Tomelloso ha incrementado notablemente su equipo y no solo en el apartado técnico, sino también en el humano. Precisamente, es en este último campo donde recibirán otra aportación del ministerio, esta vez con base en otro programa, gracias al cual incorporarán a corto plazo a una investigadora procedente del Fondo de Investigación Sanitaria del Instituto de Salud Carlos III de Madrid.

Esta presencia se sumará a los tres científicos contratados por la institución tomellosera hace unos años y se incrementará, aun más,  con la próxima incorporación de otro especialista más, lo que supondrá que sean cinco las personas encargadas de este espacio de estudio definido por el gerente del centro como «humilde pero ambicioso».

Una concepción con la concordó el jefe de Digestivo y que aseguró que se reforzará «con todo este equipamiento y los recursos humanos que vamos a incorporar y que nos van a permitir potenciar nuestras investigaciones». Y esto «no solo nos beneficiará a nosotros, sino a muchísimas personas, porque trabajar en patologías tan prevalentes como estas a las que nos dedicamos es algo que tiene un potencial muy grande», concluyó Lucendo.