Recuperarse cuando el tiempo se detiene

Hilario L. Muñoz
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La crisis del coronavirus hace que los pacientes con daño cerebral y familias cambien sus dinámicas y sigan desde casa su rehabilitación

Recuperarse cuando el tiempo se detiene - Foto: Tomás Fernández de Moya

Paso a paso es como una persona que ha sufrido daño cerebral puede ganar independencia y recuperarse de los daños causados. El consejo de los expertos es que no hay que dejar nunca de caminar en ese sendero de la recuperación. Por este motivo, el tiempo en que España se detuvo durante el confinamiento supuso un cambio de vida radical para los pacientes afectados por daño cerebral, aislados en sus hogares sin acceso a los recursos que les permitían progresar del daño que les paralizó o les dejó sin poder caminar. 

Este el caso de David, nombre ficticio porque prefiere guardar el anonimato, que tuvo que dejar su proceso de rehabilitación en un centro de Guadalajara donde estuvo seis meses para regresar a casa. «Perdí dos o tres meses de tratamiento» y, por este motivo, cree no pudo recuperar del «todo» el movimiento de la mano, uno de los aspectos que querían lograr los médicos en el centro donde estuvo y del que pudo salir, al menos, caminando con bastón. Con todo, siguió trabajando en casa y regresó tras el confinamiento «mejor» de lo que se fue. Con la nueva normalidad, él es uno de los muchos que ha vuelto a rehabilitación en el espacio que Adace tiene en el centro Fuensanta, donde va mejorando en la movilidad de la mano. «Me encuentro mejor, voy poco a poco». 

Su caso es una muestra del trabajo en casa que han tenido que realizar cientos de pacientes en la región durante los meses en que la sanidad se ha dedicado a luchar contra la pandemia. 

En la actualidad Adace cuenta en Ciudad Real con 156 personas socias, 71 de ellas afectadas y el resto familiares, mientras en la región, son 819 los socios, con 430 afectados. Se trata de personas con «un espectro amplio» y las asociaciones ya han recibido llamadas de personas que han sufrido algún daño cerebral derivado del coronavirus, expuso la trabajadora social, Carmen Sánchez. A todas ellas se dedica este lunes el Día del Daño Cerebral que se celebrará iluminando de azul edificios municipales y con actos a distancia, lejos de las actividades que venían desarrollándose en los últimos años. 

La neuropsicóloga de Adace, Primitiva González, recordó que los afectados por daño cerebral son «personas más vulnerables, por lo que a estos pacientes se les atiende con menos intensidad y con menos frecuencia» debido a la pandemia, pero no han dejado de recibir atención, aunque sea telemática. Durante estos meses se han interrumpido sesiones de terapia, algo que puede suponer un «retroceso» en los procesos de recuperación de estas personas, pero se han buscado soluciones. «Lo más importante es no romper la relación ni el vínculo que hay, porque cuando se deja de hacer la rehabilitación se nota y mucho», expuso la trabajadora social. 

Con todo, la pandemia sí que se ha llevado una parte de la labor de Adace, como la oficina de atención a pacientes que tenían en el hospital para permanecer en contacto con los familiares, cerrada ante la imposibilidad de ofrecer un servicio personalizado en el hospital, o las acciones de ocio y tiempo libre que suelen desarrollar y que es uno de los aspectos que más echa de menos Belén Díaz, una socia y que reside en el centro Fuensanta. «Participaba en todo lo que sea ocio», apuntó, con el recuerdo de que hay aspectos que no podrá hacer Adace este año, como acercarse al hospital y dar a conocer la asociación.