La sequía desploma las licencias de pesca

Manuela Lillo
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El número de permisos concedidos para pescar en la provincia se reduce a la mitad en la última década: han pasado de 28.565 a poco más de 12.600 a finales del pasado año 2018.

La sequía desploma las licencias de pesca - Foto: Rueda Villaverde

En una tierra seca como La Mancha, los embalses y los ríos son un oasis que acapara la afición de muchos de los seguidores de la pesca. Sin embargo, en los últimos años la sequía está haciendo mella en la práctica de la pesca y así se refleja en los datos de expedición de licencias. En concreto, el número de licencias que había expedidas en el año 2008 en la provincia de Ciudad Real se cifraba en 24.270, si bien esta cifra ha ido menguando poco a poco a lo largo de la última década, de manera que diez años después, en el ejercicio 2018, eran 12.559 las licencias expedidas, es decir, han caído a la mitad.

Así lo recogen los datos facilitados a este diario por la Consejería de Desarrollo Sostenible, que revelan sin embargo que las licencias crecieron de 2008 a 2011, hasta alcanzar su máximo en 2010 con 28.565 licencias, mientras que siguieron un camino de descenso que tocó suelo en 2017 con 10.981 licencias y que se situó en 2018 en las mencionadas 12.559.

Desde la Escuela de Pesca de Ciudad Real, explican que la evolución a la baja del número de licencias guarda relación directamente con la disminución de las poblaciones de cangrejo americano y esto a su vez con «el bajo nivel de agua de los embalses», afirmó a este diario su presidente, Luis Campos.

Para los aficionados a la pesca, la ‘caza’ del cangrejo es «algo cultural», por lo que acuden a las reservas de agua acompañados de «sus hijos, sus abuelos y su familia», de manera que la merma de las poblaciones de cangrejos también ha llevado aparejado el fin de estas excursiones que hacían y que tenían marcadas en el calendario a partir del 1 de junio, que es cuando se abre la veda de esta especie en Castilla-La Mancha. Campos detalló que los pescadores utilizan los cangrejos americanos «para consumo propio», pero que, sin embargo, «lleva dos años malos debido al bajo nivel de las aguas», afectadas por la sequía que sufre la provincia.

Campos detalló que, sin embargo, el precio por la expedición de esta licencia se ha mantenido en los últimos años «por debajo de los nueve años» y que por tanto no es un factor que haya podido condicionar a la baja el número de licencias que se expiden, que tampoco suponen un desembolso anual significativo para los aficionados.

Además del cangrejo americano, las principales especies que se pueden pescar en la zona son la carpa, el carpín, el pez gato, el black bass, lucio, perca o barbos, entre otros. «Hay una gran variedad de especies», subrayó Campos, quien destacó a su vez que el embalse del Vicario es «uno de los mejores embalses a nivel europeo».

Los puestos con los que cuenta, ocho de ellos para personas con discapacidad, así como la diversidad que presenta el embalse hace que se configure como uno de los embalses más destacados y por lo que acogió este verano la celebración del Campeonato Nacional de Pesca. «Fue un éxito», afirmó Campos al tiempo que recordó que la competición contó con unos 200 participantes de edades comprendidas entre los 10 y los 25 años de diferentes categorías.

Sin embargo, el embalse del Vicario es uno de los más sufre las consecuencias de la sequía, ya que se presenta en situación de emergencia y actualmente sólo almacena cuatro hectómetros cúbicos, de los 32 para los que tiene capacidad.