Geoparque pondrá en valor un recurso que pasa desapercibido

Hilario L. Muñoz
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Geovol es un grupo de investigación de la UCLM dedicado a estudiar los volcanes y su relación con el hombre, con la fauna y flora o el paisaje. Surgido en el año 2017, se encuentra de plena actualidad debido a la erupción del volcán de isla La Palma

Geoparque pondrá en valor un recurso que pasa desapercibido - Foto: Rueda Villaverde

Desde hace apenas unas semanas, Rafael Ubaldo Gosálvez es el director del Grupo de Investigación Geomorfología, Territorio y Paisajes en Regiones Volcánicas (Geovol), un organismo de la Facultad de Letras del campus de la UCLM, en Ciudad Real, de plena actualidad con la erupción del Cumbre Vieja. Ubaldo sucede a Elena González Cárdenas, recientemente jubilada y cabeza visible del proyecto, pionera en la investigación universitaria de los volcanes calatravos e investigadora principal de Geovol. «El origen del grupo son los trabajos de Elena a principios de los 90», a la que siguió Estela Escobar, después el propio Ubaldo y finalmente Rafael Becerra. Los cuatro son Geovol. 

¿Qué aporta la Geografía al estudio de los volcanes?

La Geología es la que se dedica al estudio de los volcanes, pero la geografía es la que ha asentado las bases de la geomorfología en el área del vulcanismo en España, porque los geólogos estaban estudiando rocas, petrología, el origen geodinámico de los volcanes o la geoquímica. No trabajan en la Geomorfología, en el estudio de las formas del relieve que genera una erupción. Nosotros aportamos una visión que va más allá del hecho volcánico y en el grupo de investigación nuestro no solo trabajamos con el grupo volcánico en sí, sino que investigamos las relaciones que el hombre tiene con el material volcánico o las repercusiones que tiene el volcanismo con la biodiversidad, como las lagunas. Aquí siempre estamos mirando Las Tablas de Daimiel, las Lagunas de Ruidera, pero nos hemos olvidado que la provincia de Ciudad Real y el Campo de Calatrava tenemos el mayor complejo de lagunas volcánicas de Europa Occidental, no hay otro complejo con volcanes que tenga tantas lagunas como la nuestra. Hay 65 lagunas en un año húmedo, cuando juntando Italia, Francia, Hungría o Rumanía, con sus áreas volcánicas no llegan ni a la mitad de nosotros. 

Geoparque pondrá en valor un recurso que pasa desapercibidoGeoparque pondrá en valor un recurso que pasa desapercibido - Foto: Rueda Villaverde¿Eso es en todo el país?

En toda Italia hay 12 lagunas volcánicas y aquí hablamos de 65 en el Campo de Calatrava. En Francia igual, en Auvernia, hay diez o doce lagos volcánicos. Aquí, además, tenemos la peculiaridad de que son lagunas, no lagos, porque el lago es como un embalse con mucha profundidad, con 20 o 30 metros, mientras que la laguna nuestra no llega a una profundidad menor de la cintura o el pecho. Para encontrar algo parecido hay que dar el salto al otro lado del Mediterráneo, en Turquía y allí hay campos volcánicos con lagunas como las nuestras.

¿Esta peculiaridad de esta provincia es lo que lleva a Geovol a pedir que haya un Geoparque?

Nosotros fuimos los que decimos por primera vez ese nombre, en 2016 o 2017, cuando hablamos de promover un Geoparque. Ese ha sido uno de nuestros proyectos estrella dentro de las líneas de investigación que tenemos y que son la geomorfología, los riegos, la etnovulcanología y la biodiversidad vinculada al vulcanismo. De repente sale una línea que sería la conservación y protección de los volcanes. Además, otro trabajo que hemos hecho y seguimos haciendo es la divulgación. Hemos dedicado muchas horas gratis, poniendo nuestro dinero, para pasarnos por los pueblos de la provincia, con el taller de volcanes. Toda esta labor da un armazón para que se pueda pedir el Geoparque.

¿Qué supondrá que se apruebe?

Creo que tener el Geoparque implicará dar un giro al vulcanismo y poner en valor un recurso que hasta ahora nos pasaba desapercibido. Hay muchos chavales que no saben que hay volcanes o que ese cerro que hay en su pueblo es un volcán. Con el Geoparque, la provincia se va a ver favorecida, aportando unas herramientas que sirvan para poner en valor el Geoparque. A nosotros no nos gusta que toquen los volcanes y tenemos una relación de amor-odio con las empresas que los tocan. Cuando tocan un volcán, a veces nos dejan ver cosas que no podríamos ver de otro modo, como cuando una carretera lo corta. Con el Geoparque esa relación se puede resolver. No nos posicionamos en contra de que se aprovechen los volcanes, sino que se aprovechen como recurso minero, pero sí pedimos que haya un plan ordenado de aprovechamiento. Se pueden llevar un cuarto o la mitad del volcán, pero luego dejar el resto para hacer divulgación, ciencia y geoturismo. 

¿Cuánto falta para que se apruebe el Geoparque?

Nosotros decimos que ahora mismo ya somos proyecto Geoparque, no lo somos aún, pero podemos ir haciendo publicidad de que somos proyecto Geoparque, publicitando aspectos, pero sin el respaldo oficial de la Unesco. El proyecto se evalúa de forma internacional y hay que presentar una candidatura bien armada, defenderlo ante un Tribunal con una serie de plazos marcados. Si no me equivoco son entre tres o cuatro años lo que se puede tardar en articular el proyecto. 

¿La Palma ayuda a esta idea del turismo volcánico?

La Palma es un suceso que te pone en el mapa del interés de la gente. No todo el mundo puede ir a La Palma a ver los volcanes y dónde puede verlos en España, cerca de Madrid, es en Ciudad Real. La Palma ha favorecido ese turismo y la prueba es que este año hemos tenido que dejar gente fuera de las actividades de la noche de los volcanes porque ha habido un boom, una demanda, se ha triplicado. 

¿Por qué solo hay un volcán visitable en la provincia cuando hay más de 350?

Cerro Gordo tiene una oportunidad única gracias a la empresa minera. Ellos apostaron por la visita, porque al hacer el centro de interpretación no era necesaria la restauración de la cantera. Todos no van a ser visitables, pero en Geoparque va a haber cerca de 100 geositios que se van a interpretar, con paneles de interpretación y de información. De este modo unos 60 volcanes del Campo de Calatrava van a ser interpretables. 

¿Hay riesgo real de erupción volcánica en Ciudad Real?

Solo hay que mirar a la historia reciente:desde hace 6.500 años no ha habido una erupción, así que por qué la va a haber ahora. Sí que hay riesgo de otras cosas, por ejemplo, muertes por los gases, en época reciente, con personas que han hecho pozos y han tocado una zona donde había un acuífero con gas y agua, como un suceso que hubo en Piedrabuena hace unos años. Se conocen también los chorros, que son una descompresión carbónica. Todos los chorros que han salido son ocasionados por el ser humano: se pincha al hacer un pozo y se toca un nivel con mucha carga de CO2 y se produce una despresurización súbita. El más espectacular fue el de Granátula hace unos años, pero el año pasado, durante el confinamiento, hubo hasta tres chorros en Almagro. En ese riesgo de gases, en 2007, hicimos un proyecto con Involcan. Estuvimos evaluando en la zona de Auvernia, en Francia;Eifel, en Alemania; Olot, en Cataluña y aquí, la emisión difusa de dióxido de carbono y es la nuestra la mayor. 

Entonces, ¿el riesgo volcánico actual sería por los gases?

Es algo que sabemos de siempre porque conocemos los hervideros o las fuentes agrias que son zonas de gasificación de CO2 de origen mantélico, con lo que son gases que vienen del manto. Esto indica que en la provincia de Ciudad Real hay fracturas profundas que conectan la superficie con el manto y en el manto es donde se generan los magmas que salen luego a la superficie. Tiene que haber otro condicionante para que salgan los volcanes, como que haya un choque África con España, y están chocando, que se lo digan a los granadinos que no paran de moverse con los terremotos. Hay condiciones para que ocurra, pero no la va a haber en un tiempo próximo pero quién sabe. Si mañana me dicen que hay un enjambre sísmico en un municipio del Campo de Calatrava y el enjambre va subiendo de profundidad como ha ocurrido en La Palma, pues vamos a tener una erupción. Lo bueno es que podríamos preverla.