La cosecha del cereal podría incrementarse en un 40 %

Manuel Espadas
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Una primavera húmeda y fresca augura una campaña positiva, tanto en cantidad como calidad, que podría superar el medio millón de toneladas después de un 2019 muy discreto

Una cosechadora, en plena labor de recogida del cereal. - Foto: Pablo Lorente

Salvo inclemencias meteorológicas graves en las dos semanas que quedan de mes, la campaña de cereales en la provincia de Ciudad Real y todo el territorio regional se prevé muy favorable, sobre todo comparándola con los decepcionantes números que arrojó la cosecha en 2019, condicionada por la falta de lluvias. Según se estima desde la organización agraria Asaja, el incremento de grano recogido con respecto al año pasado podría ser de hasta el 40 por ciento, superando las 500.000 toneladas y acercándose a las cifras de 2018, uno de los mejores años de la década.

La razón principal de esta gran cosecha es la buena meteorología, con una aceptable cantidad de lluvia durante esta primavera y la ausencia de episodios importantes de granizo y otros fenómenos adversos. Tocando madera para que no haya que lamentar ningún imprevisto en «un mes crítico» como es mayo, Agustín Miranda, gerente de Asaja Ciudad Real, apuesta por una temporada del cereal «favorable» en las más de 150.000 hectáreas que existen en la provincia, en su gran mayoría de cebada, que representa alrededor del 70%.

Esta buena perspectiva la comparten los productores, que auguran una buena temporada después de los malos números del año pasado. José María Ciudad, de la Cooperativa San Isidro de Ciudad Real y alrededores, espera una campaña «muy buena, tanto en volumen como en calidad». «La primavera ha sido lluviosa, sobre todo en algunas zonas, a diferencia del año pasado», argumenta el presidente de una cooperativa que espera acercarse a las 17.000 toneladas recogidas en 2018, cuando en 2019 apenas se alcanzaron las 12.000. Eso sí, todos muestran su cautela por el tiempo que falta aún para iniciar la recolección, que podría retrasarse «debido a las frescas temperaturas que se están dando y a que los cultivos podrían tardar más en amarillear», advierte Miranda. La recogida podría comenzar a mediados de junio y extenderse hasta finales de julio.

COVID-19. La recolección del cereal está fuera del alcance de los efectos de la crisis sanitaria al ser individual y mecanizada, con trabajadores especializados que llegan desde otras provincias con sus respectivos permisos para el desplazamiento. Sí se tomarán medidas en los almacenes, donde se respetará la distancia de seguridad y se utilizarán mascarillas.