Desvelar el mapa del ADN para tratar el cáncer de mama

Javier D. Bazaga (SPC)
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La duodécima revisión anual GEICAM sobre avances en cáncer de mama (RAGMA19), revela que la secuenciación completa del tumor permitiría abordar la enfermedad con tratamientos más personalizados y más efectivos

Los expertos afirman que los tumores pueden variar genéticamente en su evolución, por lo que conocer dicha variación podría favorecer la elección del tratamiento idóneo. En el caso del cáncer de mama, el segundo tumor más frecuente en las mujeres, lograr la secuenciación completa del ADN del cáncer de mama metastásico permitiría avanzar en esos tratamientos más personalizados y efectivos.

Precismante la genómica y el sistema inmune son las áreas que centrarán parte de la duodécima Revisión Anual GEICAM de Avances en Cáncer de Mama (RAGMA19), que entre hoy y mañana se celebra en Madrid, con la asistencia de más de 300 especialistas para conocer las novedades más relevantes en el manejo de esta enfermedad.

En la secuenciación completa del ADN del tumor se basan ahora las nuevas investigaciones y dianas terapéuticas, que se revelan como esenciales para el desarrollo y control del cáncer de mama. Una de las aportaciones más destacadas en la presente edición de RAGMA19 viene de la mano de la doctora Lindsay Angus, del Hospital Erasmus MC, en Rotterdam (Holanda), que presenta los resultados del estudio CPCT-02, puesto en marcha por el Centro para el Tratamiento Personalizado del Cáncer (CPCT) en colaboración con la Hartwig Medical Foundation.

Basado en la realización de biopsias de pacientes metastásicas para obtener la secuenciación completa del ADN del tumor, el proyecto tiene como objetivo principal analizar este material genético de cada paciente con el fin de elegir el mejor tratamiento posible y predecir su respuesta. “Las pacientes con enfermedad avanzada son tratadas en la actualidad teniendo en cuenta las características del tumor primario, cuando se sabe que éstas pueden variar sustancialmente entre el tumor primario y las lesiones metastásicas, donde suele haber una mayor carga mutacional. Sin embargo, apenas se utilizan los perfiles genéticos a la hora de elegir la terapia en esta fase de la enfermedad” alega la doctora Angus.

El experto de GEICAM y miembro del comité organizador, José Enrique Alés, destacó “el valor de conectar conocimiento” de estas jornadas, frase que además se ha convertido en el lema de esta edición. Por eso toma especial relevancia el concepto de “investigación traslacional” que, como explicó Federico Rojo, responsable de patología molecular de la Fundación Jiménez Díaz, supone trasladar el conocimiento científico que se genera en los laboratorios a la práctica clínica con el objetivo de “mejorar la calidad de vida de los pacientes”.

Otro de los asuntos destacados en RAGMA19 es el papel que juegan los linfocitos infiltrantes de tumor (TIL, por sus siglas en inglés) para la potenciación del sistema inmune para luchar contra el cáncer de mama. La reactivación de estas células inmunitarias presentes en el organismo, con una importante función de defensa, mejora la respuesta del sistema inmune frente al tumor, tal y como apunta el doctor Roberto Salgado, del Peter Mac Callum Cancer Center de Melbourne (Australia). “Hay numerosas evidencias de que mujeres con estas variantes y elevados niveles de TILs han tenido una excelente supervivencia, siendo cercana al 100 por 100 a los cinco años”, según los datos de este experto.

Investigación y control

La presentación de RAGMA19 se convirtió en todo un alegato por la investigación científica, sin la que no podremos experimentar los avances necesario en el tratamiento de los tumores. Una investigación sin la que, por ejemplo, podríamos reducir el tiempo que se tarda entre el diagnóstico y el tratamiento. “Cuanto menor sea se mejorarán los datos de supervivencia y se mejorará la calidad de vida de las personas” refirió el director de la Escuela Andaluza de Salud Pública, Joan Carles March, que incidió en la necesidad de la implicación de las administraciones públicas.

“Sabemos que el futuro de la enfermedad se asienta en dos pilares: investigación y tratamiento” subrayó Olga Cantera, representante de la Federación Española de Cáncer de mama (FECMA), que llamó a no perder ese tren porque “de la investigación nos beneficiaremos todos”.

En este sentido, Federico Rojo lamentó que en nuestro país no haya en marcha ninguna iniciativa de medicina de precisión en este momento, y como sí que están desarrollando en países de nuestro entorno. Por eso insistió en que las autoridades deben adoptar esas iniciativas para mejorar el conocimiento científico. “Nuestros esfuerzos hasta ahora han conseguido solo una ponencia en el Senado”, lamentó, ante lo que agregó que “las administraciones tienen que tomar la iniciativa y asumir las responsabilidades”.

El propio Roberto Salgado propuso la creación de un registro nacional de la alteración genómica de la población con cáncer de mama. Una información que no tenemos y que consideró “crucial” para la atracción y realización de ensayos clínicos, y una información “que la industria necesita”.