Los balnearios le piden al Imserso «voluntad política»

Manuel Espadas
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El retraso en el programa de termalismo de este organismo estatal mantiene en vilo al Balneario de Fuencaliente y con las puertas cerradas al de Cervantes de Santa Cruz de Mudela

Entrada del Balneario de Fuencaliente. - Foto: Rueda Villaverde

La red de balnearios de España sigue muy pendiente de las decisiones que se adopten en el Ministerio de Derechos Sociales con respecto al programa de termalismo del Imserso (Instituto de Mayores y Servicios Sociales), organismo que depende de esta cartera. Aunque oficialmente este programa debería arrancar con el mes de octubre y extenderse hasta final de año, todo apunta a que no va a ser así. El retraso está asegurado, ya que cuando septiembre tachaba su ultimo día en el calendario, aún no se habían iniciado los trámites administrativos de los expedientes de contratación de las empresas, que normalmente suelen tardar unos 15 días. Una situación que no hace sino lastrar aún más a un sector especialmente damnificado por la crisis sanitaria, puesto que lleva sin abrir sus puertas desde hace más de año y medio.

El ejemplo más cercano de este complicado panorama se da en la provincia de Ciudad Real, con dos empresas beneficiarias de este programa de termalismo del Imserso, el Balneario Cervantes en Santa Cruz de Mudela y el de Fuencaliente. El primero permanece cerrado, mientras que el segundo reabría suspuertas la semana pasada, y lo hacía cruzando los dedos para que la parálisis de este programa se desbloquee y se agilicen los trámites. «Hace falta voluntad política», demanda Blas Muñoz, gerente del balneario de Fuencaliente.

Esta instalación hostelera, enclavada en el corazón de Sierra Madrona, al sur de la provincia, es uno de los dos pilares en los que se sustenta la economía de esta localidad y de su comarca. Además de la caza, los visitantes del balneario suponen la principal fuente de ingresos de Fuencaliente y, sin los 250 que deberían llegar a través del Imserso, se agravaría su ya de por sí preocupante condición de zona rural deprimida. «Más que para el balnerario, la ausencia de los clientes del Imserso sería un grave problema para esta zona, que se quedaría sin el 50% de su actividad económica y de sus puestos de trabajo, puesto que además de los nueve empleos directos que tenemos, hay muchos más indirectos, de todos nuestros proveedores, que dependen de que el balneario funcione», recuerda Blas Muñoz.

Afortunadamente, el programa de termalismo que sí está funcionando con cierta normalidad es el que promueve el Gobierno de Castilla-La Mancha, gracias al cual el Balneario de Fuencaliente recibirá hasta diciembre a 120 clientes. «Aquí sí hubo voluntad política. La administración regional actuó de buena fe y por ello este programa sí está funcionando, aunque no al cien por cien», reconoce el gerente del establecimiento cucón, que subraya la necesidad de que este tipo de programas se reactiven cuanto antes «para poder recuperar la confianza de nuestros clientes de cara a la temporada de 2022».