El Viña Albali Valdepeñas retoma la competición con uno de esos partidos que ‘regala’ una categoría como la Primera División. El conjunto de David Ramos se plantará esta noche en el pabellón Anaitasuna de Pamplona para medir sus fuerzas con todo un clásico del fútbol sala nacional, el Osasuna Magna, que esta temporada se está codeando con los más grandes de la Liga Nacional de Fútbol Sala. Y allí va a estar el conjunto manchego, con mucho que ganar y no tanto que perder, sin complejos y con la ilusión de poder puntuar en una pista donde el año pasado cedía por un claro 7-3.

Pero las cosas han cambiado con respecto a ese precedente. Osasuna sigue siendo uno de los fuertes, pero el Viña Albali ya pasó por su periodo de adaptación en Primera. Ahora es más competitivo, como lo está demostrando, y su desahogada situación en la tabla le permitirá jugar con más confianza y tranquilidad. Aún así, la misión no se presenta nada fácil.

Descartados los hermanos García, a David Ramos se le suma la baja de Juanan, con un esguince de rodilla provocado en un entrenamiento. Además, tampoco podrá contar con Juan Cózar, por lo que completaba la convocatoria con el joven Jony. El que reaparece en Liga es Pablo Ibarra, ausente desde que cayera lesionado en la primera jornada.

El de hoy será un partido muy especial para todos, pero más para el propio Ibarra, Chino y el meta Edu Sousa, con pasado en el conjunto navarro.

vertiginoso. Ya lo advertía David Ramos. Este Osasuna es «uno de los equipos más eléctricos» de Primera, y eso promete un duelo de mucha velocidad y emociones. Están prohibidas las pérdidas, porque de ellas se alimenta el equipo de Imanol Arregui, que en la última jornada estuvo a punto de sorprender al Movistar Inter a domicilio (5-4). Por su parte, los valdepeñeros quieren hacer bueno su último empate contra Santa Coloma (2-2) con un resultado positivo en Anaitasuna. Será complicado, pero en absoluto imposible.