Las coladas de La Laguna se unen y podrían cambiar de rumbo

EFE
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El nuevo flujo de lava avanza hacia el sureste por detrás de la montaña pero no se descarta que al 'intersecar' una vaguada salten a otra cuenca y afecten a la carretera de la costa. La erupción afecta ya a 1.196 edificaciones y 825 hectáreas

La colada norte del volcán de La Palma sigue avanzando este jueves por el barrio de La Laguna, sepultando todo lo que encuentra a su paso. - Foto: Angel Medina G./Photo

Las dos coladas que este miércoles se adentraron en el casco urbano de La Laguna se han acabado uniendo y en principio parecen tomar dirección suroeste, por lo que no seguirían avanzando por este barrio de Los Llanos de Aridane y se dirigirían hacia la montaña homónima.

Ahora bien, los comités científicos y de dirección del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) barajan una segunda opción: que estas coladas, ahora unidas en una sola, continúen superando las diferentes vaguadas que encuentran a su paso, como ha sucedido ya, y acaben discurriendo por la carretera de la costa.

De ahí que en la tarde de este miércoles se decidiera evacuar con urgencia y de forma preventiva a los habitantes de los barrios de las Martelas, de Los Llanos, y de Marina Alta, Marina Baja, La Condesa, Cuesta Zapata y San Borondón, en Tazacorte.

Imagen aérea de la colada atravesando La LagunaImagen aérea de la colada atravesando La Laguna - Foto: SUSANA VERA

El director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, ha concretado que en esos barrios hay censadas unas 150 personas aunque las evacuadas fueron unas 45. El resto se marchó por sus propios medios horas o días antes de que el comité de crisis tomara esta determinación.

Así pues, la cifra de personas evacuadas y alojadas en hoteles de la isla son 416 personas, 375 en Fuencaliente y 41 en Los Llanos de Aridane.

En cuanto a la colada que se había acercado al mar y que podría provocar el confinamiento de todo el municipio de Tazacorte, Morcuende ha indicado que ha recibido un aporte "mínimo" de lava en las últimas horas y que "prácticamente" está en la misma posición que hace casi una semana, a unos 120 o 130 metros de la costa.

Por su parte la portavoz científica del Pevolca, María José Blanco, ha indicado que ha disminuido el número de eventos en la sismicidad profunda pero su magnitud sigue siendo alta, lo que es preocupante porque podría haber terremotos de intensidad 6, es decir, los que pueden provocar desplazamientos o caídas de pequeños objetos.

La emisión de dióxido de azufre es de 2.710 toneladas diarias y la emisión difusa de dióxido de carbono se sitúa en 663 toneladas al día, con una tendencia descendente en los últimos ocho días.

La calidad del aire es razonablemente buena aunque continúan las partículas en suspensión en los lugares más cercanos a la erupción, y se han registrado puntualmente valores altos al noroeste de la isla, en Puntagorda, provocado por el arrastre de partículas por el viento.

El director técnico del Pevolca ha insistido además en el llamamiento a que no se transite por las zonas de exclusión debido a la emanación de gases y las elevadas temperaturas, además de que la propia circulación es inviable o muy peligrosa.

El hecho de que haya personas que se salten esta prohibición "es francamente deleznable y atenta contra el primer deseo del Pevolca, que es el de evitar la posibilidad de que haya alguna víctima en este evento", ha advertido Morcuende.

En cuanto a la previsión de lluvias en La Palma para el viernes y sábado, ha indicado que es importante que las cubiertas de los edificios estén limpias antes de que empiece a llover para evitar "una inmediata subida del peso de las cenizas" sobre ellas.

En principio parece que las lluvias serán débiles y si fueran "un poco abundantes", ha continuado el técnico, se generaría un problema mayor debido a que las zonas de malpaís son "bastante impermeables, son plásticas", y habría escorrentías.

La lava ha arrasado ya 825,23 hectáreas y la anchura máxima entre coladas no ha variado, y sigue en 2.900 metros.

Al respecto, Miguel Ángel Morcuende ha puesto el acento en cómo las coladas están convirtiendo la topografía de La Palma en un plano "totalmente distinto del que teníamos", sobre todo después de que la ruptura del cono derivase la lava cada vez más hacia el norte.

Según el catastro, las cifras apuntan a 1.196 edificaciones arrasadas, de las que 963 son de uso residencial, 124 de uso agrícola, 57 de uso industrial, 27 de ocio y hostelería, 10 de uso público y 13 de otras actividades. Según el sistema Copernicus, las edificaciones destruidas son 2.185, y 76 están en riesgo de ser dañadas por las coladas.