"El Congreso no es un mercado donde uno habla de lo suyo"

S.L.H
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El presidente de Castilla-La Mancha elogió la «fortaleza» de la Constitución Española «por encima de las coyunturas políticas» y avisó de que fuera de la Carta Magna «no hay nada que discutir»

"El Congreso no es un mercado donde uno habla de lo suyo" - Foto: Yolanda Lancha

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, acudirá mañana al acto institucional con motivo del 41 aniversario de la Constitución española en el Congreso de los Diputados, un edificio, sede de «la soberanía nacional», que el mandatario teme se convierta en un «mercado» donde cada uno acude a «hablar de lo suyo». 

Durante su discurso en el acto institucional de conmemoración del nacimiento de la Constitución que las Cortes regionales celebraron hoy para no coincidir con la ceremonia que tiene lugar este viernes en el Congreso, García-Page consideró que en la Cámara Baja debería sintetizarse la soberanía del pueblo español y «no la de los pueblos de España». 

Por ello, advirtió del fenómeno que se está alumbrando y generalizando en el país de considerar el Congreso «no como la representación del pueblo, sino como un mercado en el que cada uno habla de su pueblo», dijo.

"El Congreso no es un mercado donde uno habla de lo suyo" - Foto: Yolanda LanchaEsta fotografía, a su juicio, coloca a España ante un reto difícil de resolver: por un lado, aquellos dirigentes y partidos que acuden a las Cortes generales a hablar del país; y por otro, «los que van a hablar solo de lo suyo». En palabras del presidente regional, no se trata ya solamente de un fenómeno independentistas o nacionalista, sino que empieza a ser «corriente», en alusión a las formaciones de corte regionalista que han entrado en el Congreso tras las últimas elecciones. 

En este sentido, se preguntó si la dirección correcta pasará en un futuro por crear partidos regionalistas, comarcales o locales para defender los intereses propios y no los colectivos como país, aunque matizó que él pertenece y pertenecerá al PSOE, un partido de Estado y que, por encima de todo, vela por los intereses de todos los ciudadanos.

La responsabilidad de un gobierno. También durante su intervención ante la Cámara autonómica, García-Page resaltó que la principal responsabilidad de un gobierno no es solo cumplir la Constitución, porque «eso es de perogrullo», sino que también pasa por «hacer cumplir la Constitución», en la que caben «muchos debates y muchos diálogos».

"El Congreso no es un mercado donde uno habla de lo suyo" - Foto: Yolanda LanchaEl presidente castellano-manchego subrayó que la Carta Magna «permite muchas decisiones flexibles» y «abordar casi todos los problemas, incluso el de su propia modificación», aunque «fuera de ella, literalmente no hay nada que discutir y nada realmente merece la pena si es a costa de sacrificar principios o valores».

«La Constitución de 1978 es acogedora, incluyente incluso con quienes se dedican a zarandearla, y muy flexible», valoró García-Page, que incidió en que si se respeta la ley y el Estado de Derecho, «se debe hablar», si bien matizó que «una cosa es la conversación, la charla, otra el diálogo y otra la negociación».

En este punto, abogó por hablar porque a su modo de ver es necesario «deshacer muchos malos entendidos».

"El Congreso no es un mercado donde uno habla de lo suyo" - Foto: Yolanda LanchaSin embargo, consideró que las instituciones deben estar por encima de las «diatribas políticas», pues recordó que «la principal responsabilidad de un gobierno no es cumplir la Constitución, porque eso es de perogrullo, sino que hay algo más, un gobierno tiene que cumplir y hacer cumplir la Constitución».

En esta línea, advirtió de que como presidente de Castilla-La Mancha, «si mañana hay un intento de privilegio, alguien quiere salirse con la suya a costa de los derechos de los demás de decidir» no será «un testigo presencial ni un notario», sino que será parte.

«Este Parlamento (las Cortes regionales) tiene la capacidad de defender nuestros derechos constitucionales si alguien nos los quiere hurtar», resaltó García-Page, que tachó de «flagrantemente inconstitucional» que se pueda llamar a una parte del pueblo español para opinar sobre el conjunto.

Para concluir, defendió que no va a consentir que «nos amarguen» esta celebración porque España ha experimentado «un balance tremendamente positivo y eso hay que festejarlo».