El Vestas Alarcos apuesta por trabajar con "tranquilidad"

Manuel Espadas
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El equipo de Javier Márquez, tras sumar su tercera derrota en Alcobendas, no puede fallar este sábado ante el Bordils en el Quijote Arena

Los jugadores del Vestas Alarcos, durante un partido. - Foto: Pablo Lorente

Después de perder el martes en Alcobendas su tercer partido a domicilio (25-20), la importancia de sumar los dos puntos mañana sábado ante el Bordils en el Quijote Arena (18.30 horas) se ha multiplicado de manera exponencial. Un tropiezo ante el equipo gerundense estancaría aún más a los manchegos en la clasificación y los distanciaría de su gran objetivo este curso, que no es otro que volver a disputar el play off de ascenso a Asobal. Ni técnico ni jugadores quieren oír hablar de ultimátum ni nada por el estilo, aunque sí reconocen la trascendencia de este compromiso. 

Javier Márquez, ante la posibilidad de que desde el club se tomen medidas drásticas en caso de que los malos resultados persistan, responde un aséptico «no sé lo que estarán pensando otros», y prefiere centrarse en «seguir trabajando» para pulir los errores que está cometiendo su equipo, que en Alcobendas fueron «infinidad», tanto en lo colectivo como en lo individual. Además, Márquez recuerda que «hemos perdido en tres pistas nada sencillas, ante rivales que van a estar arriba. Son cosas que pueden pasar». No quiere hablar de finales ni de toques de atención, sino de ir «partido a partido», porque recuerda que el objetivo es llegar en buenas condiciones al final de temporada.

sergi mach. En esta sintonía está Sergi Mach, que mañana vivirá un partido muy especial ante su exequipo, repleto de excompañeros y amigos de toda la vida, y enfrentándose por primera vez a su hermano menor, el meta David Mach. Al margen de esta especial dimensión que supondrá este partido para él, el central alarquista asume que este encuentro «será una final», ante un rival que realiza «un balonmano muy rápido, con mucha transición».

Sobre la irregular dinámica del Alarcos, matiza que «en el vestuario estamos preocupados, pero hay que tener tranquilidad porque esto acaba de empezar».