Con escuadra, cartabón, paleta y casco. La Consejería de Educación ha planificado para este año alrededor de 1.000 intervenciones en infraestructuras educativas, entre obras de distinto calado y reformas. Aunque es una estrategia que se lleva haciendo en los últimos años, la consejera Rosa Ana Rodríguez habla de una «cifra histórica» de 92,3 millones de euros de inversión en 2021, aunque el coste total ascenderá a 165 millones y se terminará de pagar en años sucesivos.
Mejora en la climatización, iluminación, cubiertas, carpintería...
La gran mayoría son intervenciones para mejorar la eficiencia energética de los edificios, para hacerlos más accesibles o para adecuar espacios interiores y exteriores. Suman 572. En el caso de la mejora de la eficiencia energética, Rodríguez especificó que se van a hacer «cambios de carpintería», se va a trabajar en las cubiertas, se va a acomodar la iluminación y también la climatización.
300 obras de menor calado para las vacaciones.
Otro paquete importante de obras son aquellas que se conocen por las siglas RAM (reforma, ampliación y mejora), que son intervenciones de menor calado que se pueden realizar durante el verano para no causar molestias al desarrollo de las clases. Hay planificadas alrededor de 300 para estas vacaciones.
22 centros nuevos, 35 ampliaciones, 27 grandes reformas, 51 instalaciones deportivas.
Pero también hay grandes actuaciones para la construcción y ampliación de infraestructuras. Según los datos que dio la consejera, se construirán 22 nuevos centros educativos, se ampliarán otros 35, se acometerán 27 grandes reformas, se adecuarán cinco sedes para albergar los futuros centros integrados de FP y se construirán y mejorarán 51 instalaciones educativas (la mayoría serán cubiertas para pistas, pero también se construirán trece gimnasios nuevos).
En zonas de crecimiento y en zonas de riesgo de despoblación.
A la hora de decidir dónde se construyen centros nuevos, la consejera destacó que se mira tanto aquellas zonas en las que está creciendo la población y, por tanto, la demanda, como ocurre en La Sagra, pero que también tienen en cuenta zonas rurales en las que hay que invertir en estas infraestructuras para que no pierdan habitantes. Por ejemplo, se espera que para el próximo curso entre en funcionamiento el colegio de Jábaga, en la Serranía de Cuenca. Entre los ejemplos de inversiones en zonas de crecimiento de población están los institutos de Tarancón, Alovera, Olías del Rey, Seseña, Ugena, Yeles o Yuncos.
«Gran parte de estas infraestructuras nacen con el propósito de dar una solución a estas dos situaciones, que pueden parecer contradictorias, pero que son una realidad en distintos entornos de nuestra región», apuntó Rodríguez. También comentó que algunas de las intervenciones recogidas en esta planificación buscan mejorar la seguridad de los espacios educativos por el coronavirus. ?
Se calcula que todas estas obras generarán más de 3.000 empleos directos e indirectos.