Este mes de octubre, la Comunidad Autónoma de Murcia relajó las normativas para dejar los animales muertos y que se conviertan en carroña en el campo. Se trata de una muestra de cómo las administraciones van relajando una normativa surgida para evitar las vacas locas y ante la que Asaja Ciudad Real solicita que se siga esa línea y que la Junta relaje más la actual ley siempre garantizando «la sanidad animal» ya que es «una de las bazas principales para tener una ganadería competitiva». Para solicitar ese relajamiento, desde Asaja Ciudad Real señalaron que la actual normativa surgió como medida para evitar contagios de la enfermedad pero «las condiciones por las que fueron puestas no se dan en estos momentos en las explotaciones» y de hecho apenas hay casos ya de la enfermedad.

En este sentido, desde Asaja recordaron que llevan tiempo pidiendo estos cambios normativos debido al gasto extra que supone para las explotaciones ganaderas el tener que pagar un seguro de retirada de animales. Además suman la profilaxis, ya que al tener que retirar los animales muertos pueden ponerse en peligro otras explotaciones al haber animales que pueden transmitir otras enfermedades.  

Fuentes consultadas señalan que en Castilla-La Mancha ya se han dado algunos pasos para rebajar el peso de estas normativas, como fueron los muladares en las explotaciones y «lo que queremos es que sigamos avanzando en esa línea». De este modo señalaron que hace años se llegó a un acuerdo con la Junta de Comunidades de colaboración y se debe seguir en ese camino de trabajo, esfuerzo y de adaptarse a las nuevas situaciones específicas. «En el año 2000 se pusieron unas normas profilácticas para erradicar una enfermedad y se ha conseguido casi su erradicación completa por lo que no es necesario seguir con las medidas que hay y se puede volver a una situación más de normalidad en las explotaciones», expusieron.

Hay que recordar que la Junta de Comunidades publicó esta semana la convocatoria de ayudas para ganaderos en extensivo para paliar los daños producidos por buitres al ganado doméstico en el año 2019. Se trata de una línea surgida en 2017 y que fue consensuada con las organizaciones agrarias regionales.