Daimiel afirma que la negativa de Gicaman impide hace obras

La Tribuna de Ciudad Real
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Sánchez de Pablo afirma que la negativa definitiva de Gicaman al plan de liquidación de Emumasa impedirá al Ayuntamiento acogerse a la financiación que ofrecía la Diputación para asfaltar el tramo pendiente de la salida a Manzanares y la variante

Daimiel afirma que la negativa de Gicaman impide hace obras

El Ayuntamiento de Daimiel ha afirmado que la negativa definitiva de Gicaman al plan de liquidación de Emumasa impedirá al Ayuntamiento de Daimiel acogerse a la financiación que ofrecía la Diputación de Ciudad Real para asfaltar el tramo pendiente de la salida a Manzanares y el tratamiento del firme de la variante de la localidad, con una inversión que alcanzaba los 410.000 euros.

En este sentido, el portavoz municipal, Jesús David Sánchez de Pablo ha señalado que esta negativa y, por tanto, la permanencia de la deuda, ha sido la que ha decantado el visto bueno del Ministerio de Hacienda a la operación con la Diputación, según ha informado el Ayuntamiento daimieleño en nota de prensa.

Sánchez de Pablo se ha quejado de que Hacienda le haya dado más valor a esa mora que al "enorme esfuerzo que ha realizado el Ayuntamiento de Daimiel estos últimos diez años". Una década donde, ha recordado, se ha mejorado sensiblemente el nivel de endeudamiento o el plazo medio de pago a proveedores de una administración que "si hubiera sido una empresa privada hubiera tenido que cerrar".

Por eso, le parece "inaudito" que ahora que "se está próximo a una normalidad financiera" dos administraciones "gobernadas por el Partido Socialista continúen perjudicando los intereses de los daimieleños".

En la rueda de prensa, Sánchez de Pablo recordaba el recorrido para liquidar Emumasa. Un proceso que se resolvió favorablemente con las entidades financieras, pero que ha encallado con Gicaman, a pesar de que en la primavera de 2018 se llegó a un preacuerdo que después nunca se ratificó en su consejo de administración.

Tres años y medio después, y con un "cambio de gestores e interlocutores" tras las elecciones regionales de 2019, la postura definitiva que comunicó en agosto la empresa de la Junta de Comunidades es que "no va negociar la liquidación". Es decir, Gicaman no aceptará quedarse con los últimos terrenos industriales de Emumasa a cambio de saldar la deuda de 1,4 millones de euros que la empresa pública municipal mantiene con la entidad dependiente de la Junta.

Ante este bloqueo, Emumasa va poner en marcha en las próximas semanas un "plan ambicioso" para intentar vender "el conjunto de su patrimonio con un precio competitivo por debajo del mercado". El objetivo final es conseguir "liquidez suficiente" para cancelar la deuda con Gicaman y "así dejar a las administraciones socialistas sin excusas para seguir perjudicando al Ayuntamiento".

De esta crítica política, Sánchez de Pablo ha excluido a la Diputación Provincial. "Cada vez que hemos solicitado esta financiación nos la ha preasignado", ha comentado, así como a los grupos municipales de la oposición, PSOE e Izquierda Unida, que han respaldado todas las decisiones tomadas sobre la liquidación de Emumasa.