De 1521 al siglo XXI: el castellanismo reclama su vigencia

La Tribuna
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Personalidades del mundo académico, político, cultural y movimientos sociales unen sus voces coincidiendo con el V Centenario de la Batalla de Villalar. Los firmantes se comprometen a trabajar por un futuro digno para Castilla y sus gentes

De 1521 al siglo XXI: el castellanismo reclama su vigencia - Foto: Ical

El 23 de abril se cumplen 500 años de la batalla de Villalar, en el marco de la Revolución de las Comunidades de Castilla. Ante la pasividad y la tergiversación institucional, la Comisión Ciudadana para el V Centenario ha recogido ya más de tres centenares de firmas, entre las que se suman diferentes personalidades de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cantabria, La Rioja y Madrid.

Entre los firmantes del manifiesto destacan profesores universitarios como Enrique Berzal (Uva), Miguel Mayoral (UAH), Consuelo Giménez (UAH), David Becerra (UAM), Jesús Manuel García (UCLM), o los ex procuradores autonómicos Carlos Rad (UBU) y José Sarrión (USAL). También se han sumado personalidades de primera línea de la política como los diputados en la Asamblea de Madrid, Vanessa Lillo (IU) y Héctor Tejero (Más Madrid), el senador Manuel Escarda (PSOE) o el diputado provincial y concejal de Toledo Julio Comendador (Ciudadanos). En el listado aparecen también miembros de varias corporaciones municipales como el propio alcalde de Villalar de los Comuneros, Luis Alonso Laguna, José Ángel Morales (IU/UP Guadalajara), Gabriel Ortega (Más Madrid - Ganar Móstoles),  Ricardo Villar (alcalde de Riba de Saélices por el PCAS) o Virginia Hernández (alcaldesa de San Pelayo por Valladolid Toma La Palabra).

Firman también destacados representantes del movimiento vecinal de Valladolid y de Madrid como Enrique Villalobos, presidente de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), así como miembros de diferentes movimientos sociales como Elena Ortega, de Madres Contra la Represión, José Emilio Martín de la Plataforma Sindical de la EMT, o el médico Luis Ocampo, del movimiento en defensa de la sanidad pública y portavoz de Izquierda Castellana.  

También han llegado apoyos desde el ámbito de la cultura, como el de Jesús Cifuentes, cantante de Celtas Cortos, la actriz Selma Sorhegui, la escritora María Sanz Casares, el guionista Guillermo Zapata, o la periodista Beatriz Talegón.

El Manifiesto busca poner en valor el proceso político, económico y social de hondo calado protagonizado en esta tierra entre 1520 y 1522, conocido como Revolución de las Comunidades de Castilla, que supuso un paso de gigante en cuanto a la concepción de las formas de buen gobierno, la salvaguarda de los derechos políticos, jurídicos y civiles, así como en la articulación de la soberanía popular frente al absolutismo de la Corona. De hecho, el texto elaborado por la Junta Comunera, la llamada Ley Perpetua de Ávila pudo ser el proyecto de la primera constitución moderna del mundo, promulgado en Tordesillas en septiembre de 1520.

La Comisión anima a acudir el 23 de abril, día nacional de Castilla, a Villalar de los Comuneros para realizar la tradicional ofrenda floral, observando todas las medidas sociosanitarias convenientes. Sin embargo, entendiendo las dificultades derivadas de la Covid-19 se han previsto también actos descentralizados en diferentes ciudades para recordar esta fecha símbolo de dignidad, de igualdad, de libertad y de soberanía mantenido en la memoria colectiva, en los que se leerá el manifiesto y se rendirá homenaje a los comuneros.

El Manifiesto finaliza lanzando un grito de amor propio, comprometiéndonos desde todos los ámbitos y sectores a trabajar por un futuro digno para Castilla y sus gentes, para denunciar que, 500 años después de aquellos hechos, Castilla es un territorio de grandes contrastes, caracterizado en la actualidad por una concentración demográfica y de recursos en Madrid, en paralelo al envejecimiento, la despoblación, la desestructuración y la marginación política y económica que padecen las demás provincias. Nuestros servicios públicos, nuestra sanidad, nuestra agricultura y ganadería, nuestra industria e infraestructuras languidecen, expulsando a muchos jóvenes y condenando a nuestras comarcas al expolio.