«Entre todos hay que echar una mano»

Eduardo Gómez
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El tomellosero Paco Cerezo, seleccionador español juvenil, pide unión para que el ciclismo supere la crisis generada por el coronavirus

Paco Cerezo, seleccionador nacional juvenil, con los ciclistas del combinado español que disputaron el último Mundial. - Foto: RFEC

Paco Cerezo está cumpliendo su tercer año como seleccionador español de categoría juvenil, además de desempeñar también el cargo de director técnico de la Federación de Castilla-La Mancha. Sin competiciones desde hace mes y medio, confiesa que su trabajo se centra ahora «en labores de oficina y organizar la logística para futuras concentraciones y carreras».

El tomellosero admite que lleva «bien» el confinamiento. «Por fortuna tengo en casa un patio grande y hago rodillo, yoga y otras rutinas para mantenerme en forma». 

«Paso mucho tiempo fuera y cuando puedo, me apetece estar en casa», confiesa Cerezo, al que la pasada semana se le pudo ver en una reposición de Teledeporte de una etapa del Tour de Francia de 2001, ascendiendo el Tourmalet junto a Laurent Jalabert, compañeros entonces en el CSC, y en la que triunfó Roberto Laiseka (Euskaltel Euskadi) en Luz Ardiden.

Considera positiva la decisión de practicar deporte a partir de este sábado, aunque matiza que en el caso de los profesionales, deberían tener un permiso para poder hacerlo durante más tiempo, «ya que a fin de cuentas es su trabajo y no pueden estar tanto tiempo parados», argumenta.

A sus 49 años y con siete Vueltas a España, cuatro Giros, dos Tour de Francia y un Mundial en sus piernas, considera que la crisis que se avecina golpeará duro en el ciclismo, por lo que pide «adaptarse. Entre todos los que formamos parte de este deporte hay que echar una mano por el bien del ciclismo», resume.

Conocedor de la base del ciclismo, es rotundo al firmar que «por que un ciclista juvenil esté seis meses sin competir no le va a pasar nada. Es más un tema moral o de mentalidad, que se rompan algunas de sus expectativas. Lo peor es para los equipos profesionales, que sin carreras no tienen visibilidad y a ver qué pasa con los patrocinadores».

En las categorías más bajas, las escuelas, apunta el problema a las instituciones, pues muchas de estas estructuras y su carreras necesitan de las ayudas municipales y los Ayuntamientos «pueden tener otras prioridades».  

Aunque la Unión Ciclista Internacional (UCI) ha fijado ya un calendario para las grandes competiciones, pide cautela y recuerda que las limitaciones en las fronteras de algunos países en función de la evolución de la pandemia pueden impedir  la participación en estas carreras, por mucho que se organicen.

En el caso de la selección española juvenil, durante estas semanas tenía que haber participado en pruebas puntuables para la Copa de las Naciones, como las clásicas Gante-Wevelgem en Bélgica o la París-Roubaix en Francia, además del Tour de Morbihan, también en carreteras galas.

De esta forma, la planificación se va enfocando hacia finales de verano y otoño, con  los Campeonatos de España, de Europa en Italia y del Mundo en Suiza. De hecho, tiene previstas ya concentraciones con el equipo nacional para preparar estas citas, aunque no es seguro que puedan celebrarse. Una incertidumbre con la que se ha acostumbrado a vivir.