El horizonte de las navidades se va despejando poco a poco. El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud acordó esta tarde unas medidas mínimas de obligado cumplimiento:con un tope de diez personas en las reuniones, una extensión del toque de queda en los días clave hasta la una y media y el cierre perimetral de las comunidades autónomas entre el 23 de diciembre y el 6 de enero, aunque permitiendo una excepción que lo cambia todo:en esas fechas sí se podría viajar para ir a ver a la familia o allegados. Pero a partir de ahí las comunidades autónomas pueden ser más restrictivas. ¿Qué hará Castilla-La Mancha?

Puede que la región añada limitaciones en el ámbito de la movilidad, permitiendo solo estos traslados para ver a familiares en días concretos y no durante esas dos semanas seguidas. Era la idea con la que se presentó la Junta a la reunión. La portavoz del Gobierno regional, Blanca Fernández, avanzó por la mañana que planteaban «la posibilidad de abrir algunos días puntuales para que pueda venir la familia que es de Castilla-La Mancha y viene de otras comunidades autónomas».

Confinamiento más allá del puente.

Sus palabras dejan bastante claro que el cierre perimetral se va a prorrogar más allá del puente de la Constitución y se mantendrá para buena parte del mes. Habrá que esperar a la proximidad de la Navidad para que entre en vigor esta nueva salvedad, aunque todavía el Gobierno regional no ha concretado en qué días se podrá entrar o salir de la comunidad autónoma. Lo que también parecen indicar las explicaciones de la portavoz es que las fechas se decidirán para posibilitar las celebraciones de Nochebuena y Nochevieja. «Pretendemos que las familias se puedan reunir», comentó.

Coincidencia en las diez personas. En términos generales, las propuesta del nuevo plan para las navidades del Ministerio de Sanidad coincidieron bastante con el borrador que llevó Castilla-La Mancha a la reunión. Fernández, aclaró que desde la Junta siempre van a estas reuniones «con toda la actitud colaborativa e intentando que las medidas que salgan sean lo más coherentes».

Fernández explicó que se «trata de abrir un poquito la mano» en algunas medidas en vigor en estos momentos. Confirmó que Castilla-La Mancha iba a llevar entre sus propuesta esa ampliación de las reuniones a diez personas «al menos en Nochebuena y Nochevieja», algo que así ha quedado acordado. Igualmente apuntó que desde el Gobierno ven lógica la ampliación del toque de queda más allá de las doce para Nochebuena y Nochevieja. Al final la propuesta del Consejo Interterritorial apunta a la una y media esos dos días.

La portavoz explicó que se habla de abrir la mano, pero «poco» porque reconoce que el riesgo de expansión del contagio es alto cuando sube la movilidad y los contactos. Señaló que la idea es que las familias se puedan reunir, «pero todavía con contención, con cuidado». Insistió en que hay que tener precaución de «no abrir la puerta de nuestras casas al virus».

La lección que dejó el puente del Pilar.

La portavoz del Gobierno regional recordó que hay que aprender la lección de «la experiencia del Puente del Pilar». En esas fechas parecía que se estabilizaba la segunda ola de contagios del coronavirus, pero en los días posteriores a este festivo los casos se dispararon en Castilla-La Mancha. Hay que recordar que por entonces la región no estaba confinada perimetralmente.

Las consecuencias del incremento de contagios a partir de mitad de octubre se siguen arrastrando en estos momentos. En las últimas 24 horas se registraron trece fallecimientos y Castilla-La Mancha está a punto de superar la barrera de los 90.000 contagios desde que empezó la pandemia (seguramente mañana alcanzará esa cifra).