Sindicatos y patronal discrepan sobre el aumento del SMI

Manuel Espadas
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CCOO y UGT acogen con optimismo el compromiso del Gobierno de incrementar el salario mínimo interprofesional, mientras que Fecir alerta que provocará la destrucción de empleo

Una empleada de limpieza friega las escaleras de un centro de trabajo. - Foto: Tomás Fernández de Moya

El curso político en España comenzaba de forma oficial ayer con una comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que su anuncio estrella fue la intención del Ejecutivo de incrementar el salario mínimo interprofesional (SMI), ahora fijado en 950 euros, antes de que finalice este año. Además, se comprometía a trabajar en esta tendencia para que al final de la legislatura (2023) éste se haya situado en el 60% del salario medio. Un anuncio que ha sido recibido en Ciudad Real con optimismo por parte de los sindicatos y con muchos reparos desde la patronal.

En concreto, el Gobierno ha planteado a los agentes sociales una subida de 15 euros del salario mínimo, hasta 965 euros brutos al mes, para lo que resta de 2021, en tanto que para 2022 y 2023 ha propuesto sendas subidas de 31 euros, lo que dejaría el SMI al cierre de la legislatura en 1.027 euros.

Una primera propuesta escasa para UGT y CCOO, pero que abre una puerta a la negociación que hasta la fecha estaba cerrada. Alfonsi Álvarez, secretaria provincial de UGT, defiende que la medida de subir el SMI es «imprescindible para que el ciudadano salga de la crisis» y que resultaría un grave error que pase otro año sin incrementos en los salarios, «para generar confianza y no miedo». Álvarez recuerda que desde su sindicato se propone elevar el SMI hasta los 975 euros este año, «una cantidad coherente y moderada», para apuntar al objetivo de los 1.060 euros en 2023.

Propuesta similar es la que ha puesto sobre la mesa CCOO, desde donde su secretario provincial celebra que el Gobierno haya «atendido las peticiones que llevamos tiempo haciendo los sindicatos; ha echado cuentas y se ha dado cuenta de que es el momento perfecto». José Manuel Muñoz cree que hay que ser «ambicioso» para alcanzar ese 60% del salario medio en 2023, por lo que cree que una subida lógica este año rondaría los 30/35 euros. En cualquier caso, considera «una buena noticia que el Gobierno dé este paso adelante y admita que los datos económicos nos dan la razón a los sindicatos». Además, cree que este aumento en el SMI en la provincia de Ciudad Real no va a suponer «un coste grande» para las empresas ni la pérdida de empleos ya que la mayoría de los contratos están regulados por sus convenios colectivos.

Destrucción de empleo

En las antípodas de las valoraciones sobre este anuncio del Gobierno se sitúan los mensajes que llegan desde la patronal. Carlos Marín, presidente de la Federación Empresarial de Ciudad Real (Fecir), cree que se trata de «una barbaridad» por parte del Ejecutivo y «otro error» que va a provocar la destrucción de puestos de trabajo, «como pasó con los 750.000 empleos que se perdieron con la anterior subida». Marín cree que  esta promesa de Sánchez es «un brindis al sol» que se produce por su condición de «rehén de su peligroso socio de viaje», y que delata «el desconocimiento del mercado laboral, porque durante la crisis no han sufrido por igual todos los sectores; es poner palos en las ruedas de la recuperación económica». Por último, el presidente de Fecir considera que «la mejor prestación es dar un puesto de trabajo al que no lo tiene».  

Esta propuesta inicial del Gobierno en la mesa de negociación era rechazada tanto por la patronal como por CCOO y UGT, con lo que el Ministerio de Trabajo decidía convocar una nueva reunión para el próximo lunes.