Ciudad Real pierde casi 2.000 conductores jóvenes en 10 años

M. Lillo / H. L.M.
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La bajada de la natalidad explica esta reducción, una situación que las autoescuelas ven «muy preocupante» y que se traduce también en menos matrículas en los centros

Ciudad Real tiene 2.000 conductores jóvenes en diez años - Foto: Tomás Fernández de Moya

Cumplir 18 años significa para muchos jóvenes la oportunidad de acceder al carné de conducir, una ilusión que en muchos casos viene de la mano de más opciones laborales, más independencia y una mayor movilidad. Sin embargo, en los últimos años la cifra de jóvenes que acceden al carné de conducir se ha reducido y así lo reflejan las estadísticas de la Dirección General de Tráfico (DGT), que ponen de relieve que en la provincia de Ciudad Real han disminuido en 1.640 los jóvenes de 18 a 20 años con carné de conducir. En concreto, ha pasado de los 5.757 que había en el año 2011 a los 4.117 de 2019, último ejercicio cerrado.

El presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas, José Joaquín Garzás, explica que este descenso se debe a la bajada de la natalidad que se viene registrando y que tiene su reflejo también en el número de matriculaciones en las autoescuelas. «Se viene observando porque la natalidad se acusa en esas edades», dijo en referencia a su ámbito profesional, en el que agrega que «claro que no hay tanta afluencia de alumnos como hace diez o quince años».

De esta forma, considera que se trata de «una tendencia muy preocupante y conocida por las autoridades y las administraciones», una incidencia que se podría acentuar en este periodo de pandemia debido al descenso importante que se ha registrado en el número de nacimientos.

el peor verano.  Además, es tradicionalmente en verano cuando muchos jóvenes aprovechan las vacaciones en el instituto o en la universidad para sacarse el carné de conducir, aunque este año las cosas no han venido como el sector esperaba. «Es el peor verano de matrículas en relación a otros veranos previos a la pandemia», dijo Garzás en referencia a que si bien han registrado más alumnos que en otras épocas del año, en este caso ha habido «un descenso muy importante» en comparación a los periodos estivales previos a la llegada del coronavirus. Eso, dijo, guarda relación con el mencionado descenso de la natalidad.

Y estas cifras tienen incidencia en la facturación de las autoescuelas. Menos alumnos significa menos matriculación y, por tanto, menos ingresos, mientras que las empresas del sector tienen que hacer frente a los costes, en este caso encarecidos en los últimos meses, como es el caso del carburante, de la luz o de los propios vehículos. «Los costes siguen aumentando y no lo hacen al mismo ritmo que los ingresos», apostilló.

Por otro lado, el presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas se refirió a la contratación de nuevos examinadores, hasta once, que aunque amplía las posibilidades de examinar a los alumnos, «siguen sin ser suficientes». En concreto, recordó que hace diez años cada uno examinaba a entre 16 y 22 alumnos al día, por lo que se atendía «todo lo que se demandaba», si bien «ahora no examinan más de 12 al día», por lo que, aunque se cuenta con más personal, hay «menos capacidad de examinar al mes», dijo, detallando que se trata de una reivindicación que logró dicho colectivo tras la huelga que protagonizaron.

En cualquier caso, Garzás agradeció «el esfuerzo del poco personal que hay en la Jefatura para sacar adelante todo el trabajo que se demanda» e indicó que «donde más problemas hay ahora es en el personal administrativo, donde hay una carencia muy importante de funcionarios», lo que repercute en la tramitación de expedientes y de ahí que las autoescuelas avalen un incremento de dicho personal en la Jefatura provincial de Tráfico.