La música compartida en sus diferentes formas se ha convertido en una de las señas de este periodo de confinamiento obligatorio, con el que se han volcado los profesionales, unos mediante la interpretación de sus piezas favoritas en redes sociales y otros por la vía de salir al balcón con su instrumento para hacer de las citas de cada tarde un momento especial.

La popular canción Resistiré, del Dúo Dinámico, se ha convertido una de las señas de identidad de estos días.

Tal es la importancia de la música durante el periodo de reclusión que la principal plataforma de música compartida, Spotify, ha abierto algunos listados nuevos como el titulado Yo me quedo en casa entrenando o Música para los balcones.

La música de la ventana cuenta con su propio top

La segunda es una lista que en buena medida coincide con la mayoría de los ‘top’ del momento, tanto con grupos españoles como extranjeros.

Por su parte, el responsable de Explosión Local, Eduardo Maldonado, en una conversación con La Tribuna, comenta que «siempre es buen momento para prestarle atención a la música, independientemente del género, más ahora si cabe con todo el tiempo libre que tenemos durante la cuarentena. Está demostrado científicamente que la música repercute de forma muy beneficiosa sobre nuestra salud, deberíamos tener esto en cuenta y encajarla en nuestra rutina diaria para disfrutar de sus bondades», señala antes de invitar a desempolvar «viejos discos, bailar y saltar cantando nuestras canciones favoritas».

Maldonado también señala hacia la música menos comercial, para «descubrir a esos grupos que viven en la sombra y que tanto aportan a la cultura. No hay que olvidar a los músicos locales, que tantas dificultades encontramos para subsistir en esta crisis», incide.

En cuanto a la música para estos días, se pronuncia a favor de los clásicos. «Como perro viejo que soy, me declaro fan incondicional de la música de décadas pasadas, de los años 70, mencionar a grupos como Talking Heads, Roxy Music, Kate Bush, XTC o Tom Waits; de los 80, The Cure, Depeche Mode, The Smiths, R.E.M, Hüsker Dü o Midnight Oil; de los 90, Jeff Bluckey, Pearl Jam, Soundgarden (toda la escena de Seattle), Pavement, Portishead o Björk».

El músico ciudadrealeño  entiende que esta vuelta a los clásicos puede ser «un buen ejercicio para la gente joven que investigue grupos de otras épocas para tomar contacto y adquirir conciencia de ese escenario musical que vivimos generaciones pasadas».

Otro colectivo musical con un perfil minoritario pero con notable presencia en Ciudad Real es Real Jazz, cuyo vicepresidente, José María Gallego, incide en que «la mejor forma de aficionarse al jazz es escuchar los conciertos en directo», pero dada la situación de enclaustramiento, no queda más remedio que acudir a las grabaciones de vídeo y los discos.

En este sentido, recordó que su asociación está recomendando cada día «un disco jazz y ponemos algún enlace o bien a páginas como Spotify o Youtube».

Gallego invita a detenerse en el blog, Distrito jazz, que «recomienda toda la música de jazz que va saliendo, tanto en el panorama nacional como en el internacional». Del mismo modo, pone entre los ‘deberes’ para quien quiera adentrarse en el jazz, seguir las publicaciones del Hotel AC Recoletos de Madrid, «tanto en su web como en Facebook tiene vídeos de los conciertos que organiza», por lo que es  un buen observatorio del jazz español y de los numerosos artistas cubanos asentados en España.