Una década del veroño como nueva estación

Hilario L. Muñoz
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En los últimos años es casi natural que el termómetro supere los 30 grados días después de comenzar el otoño. Una situación extraordinaria en lo meteorológico que llega para quedarse

Una década del veroño como nueva estación - Foto: Rueda Villaverde

Se trata de uno de los debates de los últimos días en la calle, en la cola del cajero o en cualquier espacio donde el sol del mediodía esté pegando: los 30 grados en el mes de octubre. Las máximas están disparadas desde que pasaron las tormentas que afectaron a la provincia y también a España en las primeras semanas de septiembre. Se trata de una situación que es extraordinaria, apuntan desde la Aemet, pero también a la que hay que acostumbrarse, según apuntan todos los datos y que muestran que en los últimos años el ‘Veroño’, como se conoce vulgarmente este tiempo, es una nueva estación que ha surgido para quedarse.

Esta estación se muestra en los datos que recogen los observatorios meteorológicos de España. La media diaria entre el 1 de septiembre y el 9 de octubre pasado ha sido de 21,8 grados. La cifra implica que esos días han sido extremadamente cálidos si se toma como referencia el periodo que la Aemet utiliza para todos sus cálculos, el que va de 1981 a 2010. En concreto durante esas semanas ha habido una anomalía de 1,1 grados más respecto a ese periodo, lo que implica que se considera un periodo muy cálido.

La situación cambia si se modifica el periodo de referencia que utiliza la Aemet y se atiende solo al que va desde 1989 a 2018, en que esas semanas de septiembre y octubre de este año tendrían la caracterización de un periodo cálido, con menos de un grado de diferencia. De hecho, si se reduce aún más el periodo, a los años entre 2009 y 2018, sería un año normal, con menos de medio grado de diferencia.

Esto implica que el calor de estos días resulta normal en comparación con los últimos años pero no desde la perspectiva de las últimas décadas, comentó Eduardo Portero, del observatorio de la Aemet de Ciudad Real. Hay que tener en cuenta que en dos años, cuando acabe 2020, el periodo de referencia para calcular las precipitaciones, las máximas o las mínimas cambiará y la referencia será el periodo 1991-2020. La cercanía con ese cambio provoca ese distanciamiento y esas anomalías. «Hay que ir acostumbrándose a que esto es la normalidad», apuntó Portero.

Esa situación de anomalías en comparación con el periodo de referencia se ve también al analizar  las máximas del 1 septiembre al 9 de octubre de este año, en que la media ha sido de 28,6 grados, 1,2 grados por encima de las máximas normales. Mientras que la media de las mínimas ha sido de 14,9 grados, cuando la del periodo climatológico es de 14,1 grados. Hay que tener en cuenta que estas comparativas ocurren en un septiembre y un inicio de octubre que ha sido muy húmedo, con un porcentaje de precipitación hasta un 154 por ciento mayor que lo que suele caer en esos 40 días.  

Hay otros ejemplos de esa nueva estación al ver cómo la temperatura de la capital entre el 23 de septiembre, fecha de inicio del otoño, hasta ayer, es normal en el último lustro. En esos días de 2019 la media de las máximas ha sido de 29,1 grados, con seis jornadas en que se han superado los 30. Se trata de datos muy parecidos a los que hubo en 2017, el octubre más cálido hasta la fecha, cuando hubo hasta nueve días en las dos primeras semanas de otoño en que se superaron los 30 grados. Las mínimas de media han sido 13,4 grados y la temperatura media de 21,2 grados. Son datos muy similares a las que se han venido produciendo desde 2015 hasta la actualidad.  

Desde la Aemet apuntaron que Esta situación de altas temperaturas tiene visos de alargarse aún unos días, «para lo que queda de semana y principios de la que viene» al menos, aunque podría haber precipitaciones el lunes o martes, apuntó Portero.