La aceituna agita el mercado laboral en noviembre

R.Ch.
-

Ciudad Real cierra noviembre con 707 desempleados menos gracias a la rebaja de las cifras de parados del sector agrario, que deja casi 800 desempleados menos. El paro subió en la construcción y entre los que no tenían trabajo antes

La agricultura agita el mercado laboral en noviembre

CIudad Real cerró un mes de noviembre en el que el paro bajó en 707 personas, dejando el número de ciudadrealeños buscando una oportunidad laboral en la provincia por debajo de la barrera de las 50.000 personas. Según el Servicio Público de Empleo, son 49.639 los desempleados apuntados en las oficinas del antiguo Inem buscando una oportunidad laboral, 1.100 más de los que había en febrero, antes de que el coronavirus dejara su efecto también en el mercado laboral. De hecho, con la pandemia, el paro llegó a dispararse hasta las 55.000 personas en el mes de abril.

Este descenso del desempleo de noviembre se justifica en Ciudad Real por el efecto del campo y el adelanto de la campaña de recogida de la aceituna por la falta de precipitaciones y las variedades más tempranas.De hecho, las principales organizaciones agrarias esperan que la producción aumente «entre un 25 y un 30 por ciento» sobre el año pasado, según las previsiones iniciales con las que trabajan. Así, esas buenas perspectivas se materializan en empleo: el sector primario generó el 40% de los contratos de noviembre y restó casi 800 parados en un mes que en los últimos años ha sido bueno para la provincia en lo laboral. Con este, son ya tres los años seguidos en los que noviembre resta parados y este 2020 dobla incluso el descenso del prepandémico 2019. Eso sí, comparadas las cifras de ahora con las de hace doce meses, la provincia tiene 1.200 personas más en paro que antes y eso pese a que el 'salvavidas' de los ERTE sigue dando cobertura a más de 2.300 personas en la provincia. Según el SEPE, 2.359 ciudadrealeños permanecen aún bajo un expediente de regulación de empleo temporal, de los que casi 800 se encuentran en esa situación por causa del coronavirus. En concreto, 355 están acogidos a ERTE aplicable a aquellos sectores más afectados por el impacto del coronavirus, 309 trabajan en empresas que han visto limitado el desarrollo de su actividad en algunos de sus centros de trabajo como consecuencia de medidas adoptadas por las autoridades sanitarias, como las limitaciones de aforo en hoteles o cines, y 81 ciudadrealeños más están en un ERTE de 'impedimiento', el que está dirigido a empresas que no puedan desarrollar su actividad como consecuencia de restricciones, como el ocio nocturno. 

En el resto de sectores, la variación que deja el paro en noviembre es casi inapreciable: en la construcción subió en 66 personas, entre los que no tenían un empleo anterior, en 63; y bajó en 36 personas en la industria y en 10 en los servicios. Es en este último grupo de actividades donde se concentra aún el mayor número de personas buscando un trabajo, casi 32.000 de los algo menos de 50.000 parados ciudadrealeños.

En cuanto a la variación del paro por sexos, con un descenso del desempleo ligado al campo, las estadísticas hablan de que hay menos parados y más paradas. Entre ellos baja en 727 hombres y entre ellas, sube en 20 mujeres. Como consecuencia, la brecha de género en cuestión laboral en Ciudad Real marca la mayor distancia entre paradas y parados, con 14.865 desempleadas más que desempleados en la lista del SEPE.

Además de esa mayor dificultad que tienen las mujeres para encontrar un trabajo en la provincia, el mercado laboral ciudadrealeño en noviembre volvió a estar marcado por la temporalidad. De los 14.230 contratos firmados en el último mes, 920 fueron indefinidos y 13.310 temporales, aunque el SEPE destaca a Ciudad Real como uno de los cinco territorios, junto a León, Huelva, Jaén y Lugo, en los que creció el número de altas indefinidas en noviembre.

Afiliaciones

La provincia mantiene el número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social por encima de los que tenía en febrero, antes del COVID-19. En concreto, según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, en noviembre había 1.800 personas más dadas de alta en el régimen general y prácticamente el mismo número de autónomos. El empleo público y las actividades sanitarias y de servicios sociales son las que mejor ha sobrevivido a la crisis generada por la pandemia, que se sigue cebando con la hostelería. Según las estadísticas de afiliación, este sector ha perdido desde febrero 1.200 empleos, mientras que las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento restan 312 afiliados desde el inicio de la pandemia del COVID.