El músculo exportador de la provincia se contrajo más de un 25 por ciento el pasado mes de enero, una situación de la que no escapó el sector vitivinícola, que perdía 7.6 millones de euros respecto al mismo periodo de 2019. Un mal dato con el que afrontar el desafío que supone la crisis sanitaria internacional a causa de la pandemia de coronavirus.

El presidente de la DO La Mancha, Carlos David Bonilla, mantiene que «lo peor de la situación es la incertidumbre», aunque señala que «las bodegas continúan embotellando, no como antes, pero no se ha paralizado la actividad. Lo que está pedido está saliendo»

En este contexto, Bonilla resalta el efecto positivo que puede tener la recuperación de China tras confirmar que ha superado la fase de confinamiento por el coronavirus. «Parece que se han reanudado pedidos que se habían paralizado, es una buena noticia», pero no se puede decir lo mismo de Italia, «donde está todo aplazado». Se trata dos puntos tremendamente calientes: Italia fue el tercer comprador de vino de Ciudad Real en enero y China fue el cuarto. Los primeros puestos los ocupan, por este orden, Francia y Alemania.

Pero en el contexto internacional quienes peor lo están pasando son las «bodegas de granel», que tenía en Italia un importante nicho de mercado, por lo que « se están produciendo ERTE en las bodegas como solución».

El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, señala a La Tribuna que «se ha retraído el mercado internacional del vino», y añade que «para nosotros es importante que el vino que está comprometido por parte de los compradores salga de las bodegas, se pague y el sector puede seguir funcionando».

Dentro de un momento terriblemente delicado, Martínez Arroyo destaca que «el sector agroalimentario está dando un ejemplo de compromiso con la sociedad».

En cuanto al consumo interno, también reconoce que la paralización de la hostelería y la restauración es un punto negativo

erte. La Federación Española del Vino (FEV) abre las puertas a que las bodegas españolas se acojan a los ERTE por el impacto que está teniendo el cierre de restaurantes y bares en sus resultados tras decretarse y ampliarse el estado de alarma en España para frenar la expansión del coronavirus, a lo que se le ha unido la caída de las exportaciones de vino a China y otros países afectados por la crisis sanitaria.

En concreto, la mayoría de las bodegas españolas reconoce que se han visto impactadas negativamente por la situación del Covid-19 en China, mientras que el 42% considera que les ha afectado grave o muy gravemente, según se desprende una encuesta realizada por la FEV.

Ante esta coyuntura la FEV pide al Gobierno medidas para tratar de paliar esta crítica situación.