Un gol de Borja Íñiguez, jugador que cumple más que de sobra cada vez que ingresa al terreno de juego desde el banquillo, desatascó para el Yugo Socuéllamos un partido de ida de semifinales de ascenso a Segunda División B que parecía encaminarse al empate inicial después de 87 minutos muy luchados por dos equipos que, como sucedió en la eliminatoria anterior de los blanquiazules frente al Mérida, primaron las defensas sobre los ataques de ambos conjuntos.

Las amplias dimensiones de El Soto y un equipo madrileño mejor adaptado a la hierba natural hicieron que, de inicio, los de Salva Ballesta llevaran la iniciativa en el juego, siempre con la intención de tratar bien el balón, con combinaciones horizontales que no percutían sobre la bien plantada defensa de los socuellaminos, con Ramón y Toboso como pareja de centrales.

Conforme avanzaban los minutos, el Yugo se asentó  mejor sobre el terreno de juego, pero ambos equipos practicaron un fútbol en la parcela del centro del campo, sin apenas ocasiones de gol en una primera parte con mayor posesión de los madrileños, pero adoleciendo de profundidad. En la única ocasión clara de gol de los locales, con un balón suelto en el área chica de Arellano en el tramo final de la primera mitad, el meta venezolano sacó una mano prodigiosa a disparo de Morato cuando la afición local cantaba el gol.

Tras el paso de ambos equipos por vestuarios, apenas cambió la decoración del juego, con un Móstoles más dominador de la pelota, con buen trato de balón pero sin profundidad en su juego, demasiado horizontal. Eso sí, Belencoso tuvo en un remate de cabeza el 0-1. 

El empuje visitante era más claro conforme avanzaban los minutos, sobre todo en el tramo final del partido, cuando los visitantes, en una acción de ataque de Toboso en el área rival, se quedaban con uno menos por la expulsión del defensa tras una entrada antirreglamentaria sobre el meta madrileño. Eso sí, antes la nutrida afición socuellamina, ante la que hay que descubrirse el sombrero por el masivo desplazamiento a Móstoles, reclamó dos posibles penaltis por manos de jugadores locales en el área de Aitor, ignorados por un árbitro que no castigó de la misma forma a ambos equipos, cargando en exceso a los visitantes con tarjetas amarillas.

gol. Con uno menos sobre el césped, un balón en profundidad sobre Borja, fue aprovechado por el delantero para batir al meta mostoleño y llevar el delirio a la grada ocupada por la afición socuellamina. El gol, además de suponer una gran ventaja para los socuellaminos de cara al partido de vuelta, también puede servir de liberación para un equipo que llevaba sin ver portería en toda la fase de ascenso, lo que puede suponer un punto de inflexión para un equipo que sigue creyendo.

Condolencias. 'La Tribuna' se suma a los mensajes de condolencias por el fallecimiento de un aficionado del Yugo, que sufría un infarto cuando regresaba desde Móstoles en uno de los autobuses de seguidores desplazados a El Soto. Los servicios de emergencia no pudieron hacer nada para reanimarle. El club señalaba en redes sociales que «sentimos rabia, impotencia y tristeza por lo sucedido. Desde el club queremos mostrar nuestras condolencias a sus familiares y amigos. Descanse en paz Alfonso».