Fiscal: "Las piezas encajan y el tráfico de drogas, probado"

Pilar Muñoz
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Los abogados de los acusados ponen en tela de juicio toda la instrucción en la trama de tráfico de drogas que denunció una prostituta en Tomelloso, sostienen que sólo hay meras sospechas y concluyen que solo cabe una sentencia absolutoria

Fiscal: "Las piezas encajan y el tráfico de drogas probado" - Foto: Tomás Fernández de Moya

Nueve de los 11 acusados admitieron ante el Tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Ciudad Real el delito de tráfico de drogas destapado en julio de 2017 en Tomelloso tras la denuncia de una prostituta. Esta confesión, las escuchas que  llevaron hasta los principales encausados y  los registros en sus casas (en una hallaron más de tres kilos de cocaína) confirmaron las sospechas, resumió el fiscal del caso tras elevar a definitivas sus conclusiones provisionales y mantener la petición de condena para los dos encausados, que rechazaron el acuerdo de conformidad al mantener su inocencia.

Para Robinson José D. P. pide siete años y seis meses de cárcel. Es la mayor condena porque en su casa fue donde se hallaron más de tres kilos de cocaína, según sostiene el fiscal, quien solicita para el otro acusado, Enllis R., tres años y ocho meses de cárcel.

El fiscal Carlos G. Santorum considera que hay prueba suficiente  contra los procesados por tráfico de drogas; no son meras sospechas como defienden sus abogados.

Otro de los principales encausados ha admitido los hechos, subrayó el fiscal en su informe final tras reiterar que hay suficiente prueba para una sentencia condenatoria.

 «Las piezas encajan», remachó el fiscal, aunque las defensas digan lo contrario, que han encajado «a martillazos». Los abogados Juan Carlos Torres Efrain (defiende a Enllis R.) y José María Gómez (representa a Robinson José D.P) ponen en tela de juicio la investigación policial, la instrucción y sostienen que sólo hay meras sospechas. Por ello, consideran que sólo cabe una sentencia absolutoria con todos los pronunciamientos favorables para sus clientes.

Los abogados consideran nulas las escuchas telefónicas y los registros, concretamente el realizado en una vivienda de Parla (Madrid) donde Enllis R. residió antes de mudarse a otra en la que vivía cuando fue detenido. Estaba detenido y no lo llevaron al registro de esa vivienda en la que los guardias civiles aseguran que vivía su hombre de confianza. Según los investigadores, era un domicilio ‘caliente’, donde se llevaba a cabo el tráfico de drogas. «Por ello Enllis R. se mudó a otra vivienda con su mujer y su hija», remarcó el testigo.

Otra cuestión planteada por las defensas es la relativa a la competencia. Según los letrados de los acusados, los hechos deberían haber sido enjuiciados en Madrid puesto que a los principales imputados se les detuvo en la capital de España y la mayor cantidad de droga se incautó también allí. De ahí que se afanaran por demostrar que no hay conexión alguna con la causa abierta en Tomelloso a raíz de la denuncia de una prostituta por la paliza que dio uno de los acusados porque le debía dos gramos de cocaína. Este encausado (Ramón d. la R.) sí admitió los hechos ante el Tribunal. Para el fiscal, la conexión ha quedado acreditada, como también el tráfico de drogas. Robinson José D. P. y Enllis R. proveían de cocaína a Rafael Arcenio D. D. y éste a su vez a los  traficantes de Tomelloso. Las defensas ya amenazan con un recurso de casación si la sentencia es condenatoria.