Más allá del beneficioso escenario fiscal que en materia de herencias ofrece Castilla-La Mancha con respecto a otras regiones que han entrado de lleno en la disputa política por la modificación del Impuesto de Sucesiones, las múltiples reformas legislativas que se llevaron a cabo en el país en el año 2015 mejoraron dos posibilidades que el decano del Colegio de Notarios de Castilla-La Mancha, Luis Fernández-Bravo, reconoce que todavía no son muy conocidas, y no están muy extendidas pese a su utilidad: el derecho a deliberar y la herencia a beneficio de inventario.

«Son fórmulas que existen desde hace años, pero una de las novedades de las reformas legislativas del año 2015 supuso una mejora del régimen del derecho a deliberar y de la herencia a beneficio de inventario», explicó Fernández-Bravo. En el primero de los casos se otorga un tiempo al heredero para conocer el estado de los bienes, examinar la herencia y entonces decidir si la acepta o renuncia a ella. «Aunque el plazo para decidir es de 30 años, puede haber un acreedor que te urja a pronunciarte, y el heredero cuenta con el derecho a deliberar para hacerlo», indicó Fernández-Bravo.

La segunda fórmula es el beneficio de inventario. «Existe la posibilidad de aceptar esa herencia a beneficio de inventario, es decir, conocer la herencia, ver lo que se debe y aceptar con la seguridad de que las deudas que puedan venir del causante no se comunican con tu patrimonio». O lo que es lo mismo, aceptar sabiendo que las deudas se pagarán única y exclusivamente con el patrimonio de la herencia, y que la parte que quede tras satisfacerlas es lo que se reciba en herencia. «Son dos elementos muy útiles a la hora de afrontar una herencia y todavía no se utilizan lo suficiente», indicó el decano del Colegio de Notarios de la región, subrayando que la renuncia no es la única opción.