El antiguo Casino de Ciudad Real se ha llenado de torrijas, culipardas, flores de Calatrava, tortas, tiramisú, rosquillos... dulces asociados en mayor o menor medida a la Semana Santa a disposición de los paladares más dulces en un acto solidario a favor de Guerreros Púrpura, grupo de padres y madres de niños y niñas con enfermedades neurológicas, metabólicas y endocrinas, y la Asociación de afectados por el Síndrome de Fatiga Crónica y por el Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple (SFC-SQM).

Desde ambas asociaciones se ponía énfasis en la necesaria investigación de enfermedades que a día de hoy siguen sin contar con un diagnóstico. La delegada autonómica de Guerreros Púrpura, María del Carmen García-Carpintero, pone el acento en la creación de la «primera sala multisensorial de toda España» en la sala San Vicente del Hospital Niño Jesús de Madrid, al que se desplazan menores de diferentes puntos de la provincia. «Allí son derivados muchos niños de toda España porque tiene UCI Pediátrica y además cada vez tenemos más casos de enfermedades raras en menores», exponía García-Carpintero.

La delegada regional de SFC-SQM, Carmen Lozano, también incidía en la importancia de «visibilizar el problema, necesitamos apoyo porque cada vez hay más casos en niños y jóvenes y además la sensibilidad química múltiple carece de reconocimiento de enfermedad por parte de la Organización Mundial de la Salud», un tema que atañe a toda la sociedad porque «hay sustancias químicas en el ambiente que no están testadas».

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