Baño de multitudes de Abascal, que apela al voto "sin miedo"

Leo Cortijo
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El salón de actos principal del Hotel Torremangana de Cuenca se quedó pequeño para arropar a Santiago Abascal, pocos días antes de que comience oficialmente la campaña electoral de cara a las elecciones generales del próximo 28 abril

Baño de multitudes de Abascal, que apela al voto - Foto: Reyes Martínez

No quedó espacio ni para un alfiler. El salón de actos principal del Hotel Torremangana se quedó pequeño para arropar a Santiago Abascal, pocos días antes de que comience oficialmente la campaña electoral de cara a las elecciones generales del próximo 28 abril. En torno a medio millar de personas respaldaron con vivas a España y gritos de ¡presidente, presidente! todos y cada uno de los mensajes que transmitió el presidente de Vox.

Mucho tiempo antes de llegar al lugar elegido para el acto, una multitud de todas las edades y condiciones le esperaba en el salón con infinidad de banderas de España y cantando El novio de la muerte y Banderita española, que entre otros acordes sonaban a todo volumen en los altavoces.

Tras la introducción del vicesecretario de implantación de Vox en la provincia y cabeza de lista al Senado, Carlos Riquelme, que recordó que la gente de su partido no da un paso atrás “ni para coger carrera”, llegó el turno de Iván Vélez, número uno al Congreso. Éste hizo hincapié en la “descapitalización y despoblación” que vive la provincia, a la que ha visto “languidecer” por la falta de “trabajo e industria”. Unas consecuencias que animó a contrarrestar apelando a la “demolición” de las autonomías. En este sentido, y contradiciendo las ideas del Partido Popular, recordó que el voto “útil” en Cuenca es el de Vox, mientras que el “inútil” es el de la “derechita cobarde”.

Los vítores y los aplausos se intensificaron de forma notable cuando entró en escena del líder nacional de la formación al grito de ¡presidente, presidente! Abascal ahondó en la idea fundamental de Vélez y dejó muy claro el mensaje de cara al próximo día 28 en una provincia como ésta, donde hay en juego tres escaños en el Congreso de los Diputados. “Dicen que aquí a Cuenca venimos a dividir el voto, que nos echemos a un lado, pero les decimos que nosotros somos valientes, que vamos a dar batalla y que los que se tienen que apartar son ellos”, apuntó muy contundente al respecto.

En su opinión, los conquenses deben votar “lo que sus convicciones les dicten”. Ahora bien, fue directo cuando dijo que “los que tienen miedo” votarán a los partidos de la “derechita cobarde”, y los que no lo tienen “nos votarán a nosotros”. Por esa razón, se mostró confiado al ver la sala tan repleta y la respuesta de sus simpatizantes. Una capacidad de convocatoria que, a su parecer, los partidos que ahora están en el Congreso no tienen, y que por ello “no se atreven” a convocar actos de este tipo.

A partir de ahí, Abascal centró su discurso en los pilares básicos del argumentario de Vox, partiendo de la base fundamental de la defensa de la unidad de España y el amor a la patria. Un discurso en el que no faltaron ataques, entre otros, al PSOE, al que tildó como “el problema del país” por pactar con los “enemigos” de España, en referencia a los partidos nacionalistas.

No sin antes pedir su “sitio” en un debate con los candidatos de los cinco principales partidos, de reclamar una España “con fuerza y respetada” en Europa y de defender las tradiciones, los toros y la caza, Abascal cerró su discurso con un atronador: “Españoles de Cuenca, adelante sin miedo a nada ni a nadie”.