La Semana Santa de Manzanares «tiene un importante patrimonio religioso y humano, pero lamentablemente aún está por descubrir por la falta de difusión». Así de contundente se muestra José Antonio Cano Elipe, secretario de la Asociación de Cofradías de Semana Santa de Manzanares, cuando habla de esta celebración religiosa que cada año congrega en la localidad a numerosos fieles, aunque este año no será así ante la decisión de la asociación de suspender la Semana Santa manzanareña por el coronavirus.
Un patrimonio artístico e histórico «conseguido en el siglo XX tras la Guerra Civil con piezas «muy relevantes» como las del escultor Luis Ortega Bru. Pero sin olvidar tampoco, añade, la gran participación de hermanos y penitentes que asisten a cada procesión y que componen las ocho hermandades de Penitencia, que desfilan durante el Jueves y el Viernes Santo. Ocho cofradías que reúnen a unos 4.000 penitentes. Entre ellas, Cano destaca la Hermandad del Santísimo Cristo en la Columna y María Consoladora de Afligidos y la de Nuestro Padre Jesús del Perdón al ser las más antiguas, con estatutos aprobados hacia 1690, de las más numerosas y «con mejor patrimonio histórico al aglutinar las principales tallas del escultor Luis Ortega Bru». Artista natural de San Roque, en Cádiz (Andalucía), que desarrolló su carrera artística en Sevilla, donde también procesionan «algunos de sus misterios procesionales». Pero Cano destaca también la talla de Nuestro Padre Jesús del Perdón, patrón de Manzanares que «suscita gran devoción y posee un gran valor artístico». «Impresionantes tallas todas ellas» que no dejan impasible a nadie como ocurre también con el Cristo de la Veracruz, de «casi dos metros de altura y que llama la atención por su gran tamaño y esa expresividad», o el Cristo de la Columna, «una imagen dinámica que expresa muy bien ese sufrimiento interno». En total, cada Semana Santa recorren las calles de Manzanares alrededor de una veintena de pasos.
Junto a estas dos cofradías, seis más. Se trata de la Hermandad de la Oración del Huerto; La Hermandad Ferroviaria de los Santos Arcángeles Miguel, Rafael y Divina Pastora; La Hermandad de la Santísima Virgen de los Dolores; La Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte; la Hermandad de la Virgen del Traspaso; la Hermandad del Santo Entierro y María Santísima de la Soledad.
Entre los momentos más emotivos, el Domingo de Ramos, donde antiguamente procesionaban numerosos niños vestidos de hebreo, una tradición que se ha ido recuperando en los últimos años gracias, en cierta medida, a la adquisición de casi un centenar de túnicas por parte de la Asociación de Cofradías de Semana Santa. «Ver a los niños desfilar después de la misa en procesión junto a las palmas y los olivos es un momento muy emotivo», comenta el secretario de la asociación, quien señala también que cada hermandad «tiene también su momento emotivo». Es el caso, por ejemplo, de la Hermandad de la Virgen de la Paz y Oración del Huerto, que «a la salida de la ermita realiza un pequeño encuentro entre sus imágenes». Todo, señala, tiene su encanto con el paso de las distintas hermandades por la calles del centro antiguo, la calle Virgen del Carmen y calle Monjas, «espacios más pequeños que recogen el sabor, por así decirlo, de la Semana Santa».
La situación de estado de alarma que vive España por el coronavirus ha llevado a la Asociación de Cofradías de Semana Santa a suspender las procesiones y los actos religiosos de la Semana Santa. Por este motivo, devotos y fieles tendrán que esperar al año que viene para ver procesionar por las calles los estrenos que las hermandades tenían previsto para este año. Entre ellas, recuerda Cano, la terminación del manto procesional de la Hermandad del Santísimo Cristo en la Columna y María Consoladora de Afligidos, o los dos nuevos estandartes de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Perdón. Junto a ello, la Hermandad del Santo Entierro estrenará el nuevo tallado de los respiradores del Cristo yacente, mientras la Virgen de la Soledad estrena manto y una saya de camarín. Se trata de algunas de las muchas novedades que tendrán que esperar un año más.
Por otro lado, recuerda que la Asociación de Cofradías manzanareña nació en el año 1943 con el principal objetivo de aunar a todas las hermandades para «coordinar y unificar esa Semana». Junto a ese reto, trabaja también en otros muchos proyectos al año como la organización de viajes y actividades solidarias. «Las hermandades no solo están presentes en Manzanares en Semana Santa sino también durante todo el año como parte de la sociedad», comenta.